Si un valenciano ve la imagen de una cola de ballena introduciéndose en el mar rápidamente la relaciona con Bonaire. La imponente escultura de Pedro Requejo recibe desde hace años a todo aquel que visite el centro comercial más grande de la Comunidad Valenciana y es un icono de esta gran superficie de ocio, ubicada en el término municipal de Aldaia, muy cerca del Aeropuerto de Manises y de la principal entrada a Valencia por la A-3. La trágica DANA del martes transformó el enorme aparcamiento del complejo, ubicado bajo la estatua de la mítica ballena, en un mar subterráneo de unos 200 millones de litros de agua -según calculan los equipos de rescate- en el que nadie se ha atrevido a garantizar cuántas víctimas pudieron quedar atrapadas por el temporal.
La cifra total de muertos apenas ha variado en los últimos días -213 en la Comunidad Valenciana- y las autoridades ponen el foco en este momento en la apertura de garajes inundados en los que puede haber un importante número de fallecidos a los que sorprendió la riada cuando trataban de poner a salvo sus coches. Dos centros comerciales de grandes dimensiones concentran en este sentido buena parte de la preocupación: Bonaire, en Aldaia, y MN4, en Alfafar. Los aparcamientos subterráneos de ambos complejos quedaron completamente anegados y la incertidumbre es total acerca del número de posibles víctimas que puedan aparecer en las próximas horas.
La Unidad Militar de Emergencias (UME), acompañada por varios cuerpos de bomberos de diferentes procedencias y en coordinación con la Policía Nacional, ha avanzado en las labores que permitan acceder al interior de un aparcamiento que amaga con convertirse en uno de los puntos negros de la catástrofe. Bonaire tiene 5.700 plazas de aparcamiento, de las cuales algo menos de la mitad son subterráneas -en MN4, cuyo parking se tiene ocho metros de agua, son 1.600-. El espacio cuenta con dos niveles inferiores en su aparcamiento, aunque habitualmente sólo se emplea uno, que da acceso al espacio de tiendas, restauración y cines a través de unas rampas eléctricas.
Es habitual que en Bonaire los clientes estacionen sus vehículos de forma predominante en el aparcamiento exterior, pero el pronóstico del tiempo del pasado martes pudo hacer que más conductores de lo normal decidiesen dejar su coche en la zona cubierta inferior. En cualquier caso, los equipos de rescate trabajan con la hipótesis de que el complejo tenía menor afluencia de lo normal por ser martes a última hora, y que una importante parte de los coches pertenezcan a trabajadores que se vieron obligados a permanecer en las plantas altas de Bonaire durante toda la noche por la fuerza de la riada.
Las cuatro entradas al aparcamiento han servido a la UME para conectar varios generadores con los que achicar agua e introducir un pequeño dron en cuanto ha habido espacio para realizar una primera inspección visual del estado del parking. El siguiente paso dado durante el día de ayer fue la entrada de buzos de la UME, que cuentan con dos zódiacs y kayacs para desplazarse con un nivel de agua más bajo. La Policía Científica también trabaja en este operativo especial. Según informó Las Provincias, en los primeros 19 vehículos encontrados en el interior del aparcamiento no se hallaron restos mortales. La búsqueda continuará durante la jornada de hoy.
Bonaire está concentrando una importante parte del interés mediático de las últimas horas porque además es un punto estratégico en lo relativo a la delincuencia y el pillaje que se está produciendo como consecuencia de la catástrofe en el sur de la ciudad de Valencia. De los más de 80 detenidos por estas prácticas desde el miércoles, cerca de la mitad han sido detectados en Aldaia, término municipal al que pertenece el complejo de Bonaire, en el que se encuentran tiendas de ropa, electrónica, restaurantes, gimnasios, talleres, grandes almacenes, supermercados y zonas de ocio, como cines o boleras.
Marta Fernández, portavoz de la Policía Nacional, confirmó delante del centro comercial Bonaire que el cuerpo tiene distribuidos "agentes de paisano" y de uniforme en distintos puntos de las zonas afectadas cuya misión en la "prevención y reacción" contra la delincuencia.
Esas actuaciones han dado como resultado la detención de más de "80 personas de distintas nacionalidades y edades" a lo largo de la semana. En la última operación llevada a cabo por la Policía Nacional se arrestó a quince personas y se incautó mercancía robada por un "valor de 15.000 euros". La portavoz confirmó que la mayor parte de estos asaltos se está produciendo en "superficies comerciales", aunque también se han practicado detenciones por "robo de vehículos".
FUENTE: https://www.elmundo.es/espana/2024/11/04/6727d1f5e4d4d864438b4593.html
Tres bombas desaguan 1.600 m3 a la hora para vaciar el parking de Bonaire
Los primeros vehículos, ubicados al pie de la rampa de salida, no tienen cuerpos en el interior
Bomberos y UME trabajan sin descanso achicando agua
El centro comercial dispone de 5.700 aparcamientos, de los que alrededor de 1.500 se encuentran a cubierto, en el sótano. Se trata de una única planta, pero compartimentada en dos espacios por muros de separación. De momento, nadie ha podido estimar cuántos vehículos están atrapados en su interior. Eso sí, el personal de seguridad conminó a los trabajadores a las 19.15 horas a cerrar de inmediato los establecimientos de la planta baja, a pie de calle, y subir a la primera planta. En ese momento, cuando aún faltaba una hora para que sonase la ya tristemente alerta tardía de la Generalitat Valenciana a través del sistema AlertaEsy el agua les llegaba ya «por las rodillas» por el desbordamiento del barranco de la Saleta. Todos los empleados, alrededor de 70, se pusieron a salvo en el primer piso, según explicó María José, trabajadora de una de las tiendas del centro, a Levante-EMV el pasado miércoles, un día después de las riadas ocasionadas en barrancos y ríos del este y el sur de la provincia de València por la mortífera DANA del pasado 29 de octubre.
El agua arrasó todo
La fuerza del agua arrasó todo a su paso:cristales de las tiendas, maceteros de gran tamaño, bancos, papeleras, el hipermercado, los carros... El aparcamiento en superficie y las rotondas aledañas son un campo de basuras y productos de todo tipo desguazados. Un reguero de destrucción que, a estas alturas, huele a podredumbre. Lo que estaba bien y lo que seguía dentro de los establecimientos ni está, porque fue pasto del pillaje el mismo miércoles.
Y anegó por completo el sótano, un recinto de 2,5 metros de altura, de media, en el que caben cerca de 1.500 vehículos. La prioridad era vaciarlo para constatar si había alguna víctima mortal, alguien que, en su afán por salvar el coche, se hubiese quedado atrapado dentro sin poder salir por los accesos peatonales que dan al corredor interior del centro comercial.
Pero ha habido que esperar, como en otros lugares, a disponer de bombas de achique. La operación de evacuación de las aguas acumuladas en el parking de Bonaire, que los bulos lanzados con afán de sembrar el caos, diciendo que en su interior había decenas y hasta cientos de fallecidos, ha atraído a la prensa internacional y convertido en lamentable tendencia en las redes, no comenzó hasta la mañana del sábado.
Entre unas cosas y otras, el achique en Bonaire no empezó en serio hasta la mañana del sábado, ya que antes hubo que habilitar accesos y despejar carreteras. O esa es la explicación, no válida, sin embargo, para las hordas de saqueadores, que ya ‘limpiaron’ buena parte del centro el mismo miércoles por la mañana, ajenos a los coches acumulados, el barro y el mobiliario urbano que obstaculizaba las vías de entrada y circulación por el área comercial.
Así, la UME, desde la mañana del sábado, y los Bomberos de la Diputación de Salamanca, desde las siete de la tarde de ese día, empezaron a sacar agua con sus bombas.
Las bombas de TST
En 24 horas, apenas habían logrado achicar un metro. Lo suficiente para que la Policía Nacional realizase una primera inspección con el más pequeño de sus drones, el único capaz de volar con garantías en un espacio tan estrecho y azotado por las turbulencias generadas por las cinco entradas para vehículos y dos para peatones del sótano. La operación tuvo que ser suspendida y sustituida, más tarde, por las lanchas neumáticas de la UME, que tampoco aportaron demasiada información.
Desde la mañana, se habían incorporado técnicos de la empresa barcelonesa TST, especializada en achiques de grandes espacios. La operación empezó a acelerarse con sus dos bombas, capaz cada una de ellas de desaguar 600 m3 por minuto, lo que, unido a los 400 m3 de la de la UME, permitió rebajar lo suficiente el nivel de agua como para que entrasen, por segunda vez, los buzos de la UME y de los Bomberos de Salamanca. Buenas noticias: los primeros vehículos inspeccionados, apilados a pie de rampa, no contenían cuerpos. Pero aún falta mucho para echar las campanas al vuelo. Eso sí, el hecho de que ninguna de las sucesivas inspecciones haya detectado la presencia de cadáveres permite mantener la esperanza.
FUENTE. https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2024/11/04/dana-en...
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