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Como trataré de explicar cuando me refiera, más adelante, a los virus utilizados como armas bacteriológicas, ciertamente estos agentes patógenos actúan como espías en un organismo vivo pudiendo permanecer inertes hasta que se activan una vez han adquirido toda la información necesaria de las células a las que atacarán, en muchas ocasiones de modo muy agresivo. Pero los virus son muy pequeños por lo que resulta difícil acabar con ellos. Al final el tratamiento utilizado es igualmente agresivo, destruyendo tanto células sanas como enfermas en una casi suicida carrera por acabar, con garantías plenas, con el enemigo. El terrorismo actúa como un virus; permanece dormido hasta que encuentra el momento idóneo (un descuido en la seguridad) atacando de modo contundente y sin miramientos y sus células están formadas por pocos miembros, son pequeñas (como los virus) para así pasar más desapercibidos, pero cuando se activan, una vez han conseguido toda la información necesaria, no dudan ni por un instante en cometer atentados que afecten al mayor número de víctimas posible; ya lo ha hecho, seguirá haciéndolo y una de las posibilidades, para nada remota, precisamente, es utilizar un agente biológico expandido por todo el Mundo para diezmar a la población y crear pánico entre los supervivientes. De hecho, lo que los yihadistas buscan primeramente es el miedo ya que no hay mejor abono para la instauración de un régimen autoritario como sería el califato yihadista universal.Puede que no consigan una pandemia, porque los servicios sanitarios actúen con rapidez, pero el terror causado ya sería considerado por ellos un éxito. El caso es que si no lo han hecho hasta ahora es porque no resulta tan sencillo y porque ellos mismos pueden verse afectados lo que en principio tienen solucionado, en parte, desde que existe el terrorismo suicida.
La viruela
Una de las pandemias mejor documentada de peste negra fue la originada, en el siglo XIV, en el puerto genovés de Kaffa (actual Feodosyia, en la Península de Crimea, Ukrania) donde los tártaros lanzaron cadáveres de víctimas de peste, utilizando para ello catapultas, al interior de las murallas con el propósito de que la enfermedad se extendiera entre los soldados que defendían la plaza, pero tanto unos como otros sufrieron la epidemia que se transmitía por las pulgas, por lo que se piensa que no solamente los cadáveres fueron el agente iniciador sino también la falta de higiene y la pobre dieta típica de un acto bélico.
A lo largo de la Historia se ha recurrido en ocasiones a la peste o cualquier otra enfermedad contagiosa para expandirla entre los enemigos y en la actualidad la amenaza no ha cesado, solo que ahora no se utilizan cadáveres sino cepas fabricadas o potenciados sus efectos en laboratorios clandestinos. Aquí doy mi primera recomendación para el ámbito de trabajo de los Cuerpos de Seguridad: reuniones periódicas, en las Juntas de Seguridad, en las que se planteen inspecciones sanitarias regulares, al menos una por año, en los barrios marginales, acompañados los inspectores por agentes de las Fuerzas de Seguridad para proceder si fuera necesario en el caso de encontrar algún foco de infección o un laboratorio clandestino. Se da la circunstancia de que los terroristas yihadistas se financian, entre otros modos, recurriendo al tráfico de drogas para lo que en un momento dado se necesitan laboratorios caseros en los que se elaboren drogas en forma de pastillas u otros envases para su posterior distribución en locales de ocio nocturnos o discotecas; dichos laboratorios son idóneos para la fabricación de rudimentarias armas biológicas.
Las armas biológicas pueden refinarse y probarse en pequeños laboratorios y fabricarse en una serie de instalaciones autorizadas, como laboratorios comerciales y universitarios, plantas farmacéuticas, destilerías, plantas de producción alimentaria y fábricas de productos lácteos. Esto significa que muchas instalaciones autorizadas pueden fácilmente reconvertirse, abandonando sus actividades legítimas para pasar a fabricar agentes letales para armas y viceversa. Un grupo terrorista puede adquirir cualquier tipo de laboratorio y utilizarlo tanto para su actividad teórica (como tapadera) como para el desarrollo de armas biológicas o los medios en las que se diseminen. Se debe hacer un seguimiento especial de cuantos laboratorios, de cualquier naturaleza, funcionen en cada Provincia a cargo de la administración competente y los Cuerpos de Seguridad. Al igual que la Guardia Civil, en España, realiza inspecciones para la Agencia Tributaria buscando almacenes o actividades comerciales que defrauden al Fisco, igualmente se debe inspeccionar los laboratorios, de modo más exhaustivo de cómo se hace actualmente, no tanto la actividad del laboratorio como los productos contaminantes o que mezclados pudieran convertirse en sustancias contaminantes. Estas inspecciones se pueden programar en cualquier lugar del Mundo.
Se pueden utilizar diferentes medios para diseminar a estos agentes patógenos: bombas, sistemas de fumigación, aerosoles, contaminación del agua (toxinas microbianas en las redes urbanas de suministro de agua potable) y alimentos e incluso materiales tóxicos inertes, en forma de polvo, enviados por correo o lanzados de forma subrepticia al aire de la ciudad desde aviones u otros vehículos en movimiento.
Un estudio de 1970 a cargo de la Organización Mundial de la Salud sobre el impacto de un hipotético ataque con diferentes agentes biológicos mostró escalofriantes y devastadores resultados: el estudio se basaba en la propagación aérea de diversos microorganismos cuando un avión que vuela contra el viento dispersa 50 Kg del agente infeccioso. Por ejemplo, el virus que produce la fiebre del Valle del Rift se diseminaría en un área de 1 Km, mientras que los agentes productores de la fiebre Q, tularemia y carbunco alcanzarían un área de más de 20 Km. La mayoría de las enfermedades provocarían cuadros respiratorios con afectación pulmonar y posterior alteración funcional y anatómica de múltiples órganos corporales.
La mortalidad sería baja en la fiebre Q y elevada en la tularemia y carbunco, aunque el número de personas infectadas e incapacitadas sería muy elevado con todos los agentes estudiados. Es de suponer que el empleo de agentes biológicos modificados genéticamente produciría una catástrofe de consecuencias impredecibles.
Sorprende lo relativamente fácil que es crear ciertas armas biológicas con las que contaminar el agua potable por lo que es primordial que las empresas suministradoras de agua contraten vigilancia privada para asegurarse de que no se vierte ninguna de esas sustancias sin que nadie se percate de ello. Por otro lado, los almacenes de los helipuertos o pistas utilizadas por avionetas para la fumigación y otras actividades, han de ser inspeccionados regularmente.
La contaminación de ríos y arroyos por contaminantes químicos se ha convertido en uno de los problemas ambientales más graves del siglo XX. La contaminación se divide en dos grandes grupos:
- La contaminación puntual: procede de fuentes identificables como fábricas, refinerías o desagües.
- La no puntual: aquella cuyo origen no puede identificarse con precisión, como las escorrentías de la agricultura, la minería o las filtraciones de fosas sépticas o depuradoras.
Cada año mueren unos 10 millones de personas en el mundo por beber agua contaminada.
Hidrocarburos clorados y otras sustancias tóxicas
El uso extensivo de pesticidas sintéticos derivados de los hidrocarburos clorados en el control de plagas ha tenido efectos colaterales desastrosos para el medio ambiente. Los pesticidas organoclorados son muy persistentes y resistentes a la degradación biológica. Muy poco solubles en agua, se adhieren a los tejidos de las plantas y se acumulan en los suelos, el sustrato del fondo de las corrientes de agua y los estanques, y la atmósfera. Una vez volatilizados, los pesticidas se distribuyen por todo el mundo, contaminando áreas silvestres a gran distancia de las regiones agrícolas, e incluso en las zonas ártica y antártica. Aunque estos productos químicos sintéticos no existen en la naturaleza, penetran en la cadena alimentaria. Los pesticidas son ingeridos por los herbívoros o penetran directamente a través de la piel de organismos acuáticos como los peces y diversos invertebrados. El pesticida se concentra aún más al pasar de los herbívoros a los carnívoros. Alcanza elevadas concentraciones en los tejidos de los animales que ocupan los eslabones más altos de la cadena alimentaria, como el halcón peregrino, el águila calva y el quebrantahuesos. Los hidrocarburos clorados interfieren en el metabolismo del calcio de las aves, produciendo un adelgazamiento de las cáscaras de los huevos y el consiguiente fracaso reproductivo. Como resultado de ello, algunas grandes aves depredadoras y piscívoras se encuentran al borde de la extinción. Debido al peligro que los pesticidas representan para la fauna silvestre y para el hombre y debido también a que los insectos han desarrollado resistencia a ellos, el uso de hidrocarburos halogenados como el DDT está disminuyendo con rapidez en todo el mundo occidental, aunque siguen usándose en grandes cantidades en los países en vías de desarrollo. A comienzos de la década de 1980, el EDB o dibromoetano, un pesticida halogenado, despertó también gran alarma por su naturaleza en potencia carcinógena, y fue finalmente prohibido.
Existe otro grupo de compuestos íntimamente vinculado al DDT: los bifenilos policlorados (PCB). Se han utilizado durante años en la producción industrial y han acabado penetrando en el medio ambiente. Su impacto sobre el hombre y la vida silvestre ha sido similar al de los pesticidas. Debido a su extremada toxicidad, el uso de PCB ha quedado restringido a los aislantes de los transformadores y condensadores eléctricos. El PCDD es el más tóxico de otro grupo relacionado de compuestos altamente tóxicos, las dioxinas (dibenzo-para-dioxinas). El grado de toxicidad para el hombre de estos compuestos carcinógenos no ha sido aún comprobado. El PCDD puede encontrarse en forma de impureza en conservantes para la madera y el papel y en herbicidas. El Agente Naranja, un defoliante muy utilizado, contiene trazas de dioxina. Evidentemente, las plantaciones y fincas han de ser inspeccionadas regularmente para comprobar que el uso de pesticidas es el permitido y sobre todo el modo en que se deshacen de los sobrantes ya que en ocasiones se ha sorprendido a los agricultores tirándolos al agua de algún río pensando que la corriente lo disolverá, además, deben estar bien guardados, protegidos del robo ya que un terrorista sabe muy bien donde puede encontrar componentes que le ayuden a elaborar un arma química y un sitio idóneo es una plantación o invernadero sin vigilancia.
Otras sustancias tóxicas
La sustancias tóxicas son productos químicos cuya fabricación, procesado, distribución, uso y eliminación representan un riesgo inasumible para la salud humana y el medio ambiente. La mayoría de estas sustancias tóxicas son productos químicos sintéticos que penetran en el medio ambiente y persisten en él durante largos periodos de tiempo. En los vertederos de productos químicos se producen concentraciones significativas de sustancias tóxicas. Si éstas se filtran al suelo o al agua, pueden contaminar el suministro de agua, el aire, las cosechas y los animales domésticos, y han sido asociadas a defectos congénitos humanos, abortos y enfermedades orgánicas. A pesar de los riesgos conocidos, el problema no lleva camino de solucionarse; recientemente, se fabricaron más de 4 millones de productos químicos sintéticos nuevos en un periodo de quince años, y se crean de 500 a 1.000 productos nuevos más al año.
Los vertederos de basuras improvisados, algunos de una extensión considerable, pudieran contener productos químicos que al llover copiosamente serían arrastrados hacia alcantarillas mezclándose con el agua corriente y si bien se supone que será depurada, se sabe que en las zonas urbanas resulta complicada esa depuración ya que no hay suficientes plantas depuradoras en el circuito del agua potable.
La contaminación del agua seguirá siendo un problema mientras el crecimiento demográfico continúe incrementando la presión sobre el medio ambiente. La infiltración de residuos tóxicos en los acuíferos subterráneos y la intrusión de agua salada en los acuíferos costeros de agua dulce no se han interrumpido.
El agotamiento de los acuíferos en muchas partes del mundo y la creciente demanda de agua producirá conflictos entre el uso agrícola, industrial y doméstico de ésta. La escasez impondrá restricciones en el uso del agua y aumentará el coste de su consumo. El agua podría convertirse en la crisis energética del siglo XXI. La contaminación de las aguas costeras y dulces, junto con la sobreexplotación, ha mermado hasta tal punto los recursos de los caladeros piscícolas que sería necesario suprimir la pesca durante un periodo de cinco a diez años para que las especies se recuperaran. Si no se desarrollan esfuerzos coordinados para salvar hábitats y reducir el furtivismo y el tráfico internacional ilegal de especies salvajes, muchas de ellas se extinguirán. A pesar de nuestros conocimientos sobre cómo reducir la erosión del suelo, éste continúa siendo un problema de alcance mundial. Esto se debe, en gran medida a que muchos agrónomos y urbanistas muestran un escaso interés por controlarla. Por último, la destrucción de tierras vírgenes, tanto en las regiones templadas como en las tropicales, puede producir una extinción masiva de formas de vida vegetales y animales.
En todo ello, la Guardia Civil, a través del Servicio de Protección de la Naturaleza o incluso el Servicio Marítimo (sobreexplotación de la pesca en la Costa) tiene una gran responsabilidad.
Contaminación del agua
El agua es la sustancia que está más ampliamente distribuida sobre la superficie terrestre y en los tejidos de los organismos vivientes. En los ríos, océanos, nubes y casquetes polares, así como en nuestros líquidos corporales, es el medio en el que se cumple la mayoría de las transformaciones fisicoquímicas, en particular las de importancia biológica. Las gotas de agua y los cristales de hielo de las nubes elevadas son bastante puros, al igual que el agua que constituye la nieve que desciende de las altitudes. Pero en la superficie de la tierra, el agua líquida entra en contacto con muchas otras substancias químicas y se mezcla con ellas en forma más o menos estrecha. De lo anterior se deduce que la contaminación del agua es la adición de materia extraña que deteriora la calidad del agua.La calidad es la propiedad del agua que permite seguir siendo útil, da de beber al hombre y a los animales, sustenta toda la vida marina, sirve para irrigar la tierra, y de recreación. Conviene examinar las diferencias que hay entre contaminar un gas, un líquido o un sólido: las moléculas de un gas, como el aire, se desplazan con bastante independencia entre sí. Por consiguiente, lo único que las moléculas de un contaminante gaseoso deben hacer es entrar a ocupar algunos de los espacios vacíos. Por otro lado, los sólidos se comportan de un modo diferente. Supóngase que se tratara de contaminar una barra de hierro. Se puede sumergir en agua o en petróleo y exponerla a bacterias o a virus, sus impurezas permanecerán sobre la superficie, pero su composición interna quedara inalterada. La razón de esta resistencia consiste en que los átomos de hierro están mas fuerte y estrechamente enlazados entre sí, y es muy difícil desplazarlos. Esta tendencia de los átomos a conservar sus posiciones respectivas y a permanecer unidos es lo que hace sólido al hierro. No es fácil contaminar el hielo, excepto por la congelación de agua contaminada.
Los líquidos ocupan una posición intermedia entre los gases y los sólidos en cuanto a facilidad de poder ser contaminados. En los líquidos, las fuerzas atractivas entre las moléculas son suficientemente fuertes para que una muestra de ellos se mantenga unida. Pero como no son tan fuertes como en los sólidos, sus moléculas se desplazan unas de otras. Estos desplazamientos moleculares se manifiestan en el conocido fenómeno del flujo del líquido. Ahora bien, cuando una molécula de liquido cambia de lugar, deja de tras de sí un lugar vacante o un agujero. Este espacio es ocupado por otra molécula del mismo tipo o por una molécula de otra substancia.
La facilidad con que un líquido puede ser contaminado por materia extraña disuelta depende de las relaciones químicas entre las moléculas de un liquido y las moléculas extrañas. Un contaminante puede encontrarse en un liquido sin estar disuelto en él. Si reducimos nuestro pedazo de plomo, limándolo hasta convertirlo en polvo fino y lo agitamos en el agua, el plomo suspendido es un contaminante. Sin embargo, la facilidad con que una materia extraña puede permanecer suspendida es un liquido depende también hasta cierto punto de las atracciones mutuas de las partículas extrañas y las moléculas del liquido.
Una de las consecuencias de las singulares propiedades fisicoquímicas del agua es que atrae a los contaminantes o los acepta fácilmente, a veces mediante mecanismos totalmente imprevistos. Por supuesto, el agua es el medio liquido universal para la materia viva, y por consiguiente, está expuesta en forma única a la contaminación por organismos vivos, incluyendo a aquellos que son patógenos para el hombre. Las vías de contaminación que implican suspensión, solución y cambio bioquímico no son necesariamente separadas y distintas unas de otras, y muchos de estos procesos complejos solo pueden tener lugar en el agua.
La mayor parte de los desechos que el hombre produce en las industrias son arrojado directamente al rió o llevados a través de arroyos al mismo. Como resultado el agua se contamina como ya sabemos con sustancias que alteran su condición. Este problema intensifica en los ríos y arroyos cercanos a fábricas e industrias, donde se acumula una gran cantidad de productos contaminantes. Diariamente se acumulan residuos producto de todas nuestras actividades, en el hogar, en los comercios, fabricas, talleres; actividades agrícolas y ganaderas. La cantidad de residuos es mayor en las zonas urbanas e industriales que en las zonas rurales. Si estos desechos no son tratados contaminan el ambiente y por lo tanto afectan al entorno del ser vivo. Los depósitos o vertederos de desechos llenan el aire de olores desagradables, contaminan los cursos de agua cercanos ademáas de crear focos de procreación de ratas, cucarachas y otros animales comedores de carroña.
El agua puede contaminarse de diferentes formas, aunque la más común en la actualidad es por descarga de agua servida o cloacas de áreas urbanas en ríos y arroyos pero hay otras fuentes de contaminación del agua como los residuos industriales, microorganismos patógenos o productores de enfermedades, pesticidas, detergentes, aceites de motores, plásticos, nitratos y fosfatos usados como abonos de plantas, sedimentos sólidos erosionados del suelo, sustancias radioactivas, agua caliente arrojada por las plantas nucleares e industriales y otras tantas más.
Otros focos de contaminación de las aguas son los desechos orgánicos provenientes de mataderos de ganado o de aves. También el procesamiento de frutas y vegetales requiere grandes cantidades de agua para el lavado, el pelado y blanqueado, lo que produce gran cantidad de agua servida con alto contenido orgánico. Estas concentraciones de materia orgánica origina un alto porcentaje de fosfatos en el agua del rió o arroyo en que se descarga. Estos fosfatos ocasionan un rápido crecimiento en la población de algas. Las algas utilizan él oxigeno en gran cantidad y disminuye él oxigeno que se necesita para la respiración de los animales acuáticos causando su muerte. El deterioro de la calidad del agua en nuestro País es muy notable, debido a la escasa depuración, el escaso caudal circulante y la irregularidad de estos caudales. Un tercio de los cauces de los ríos españoles está contaminado. La calidad de las aguas desciende de forma radical en los cauces próximos a las grandes ciudades. La causa de la degradación de la calidad del agua se encuentra sobre todo en vertidos urbanos e industriales, aunque cada vez tienen mayor importancia los agrícolas. Los retornos del agua utilizada en usos urbanos e industriales suponen el 80% del agua suministrada. Una vez utilizada vuelve a los ríos con menos calidad. En las zonas costeras los vertidos suelen hacerse directamente al mar o a través de emisarios submarinos. La eliminación de residuos sólidos urbanos o industriales con vertidos incontrolados en terrenos y cauces, contamina los acuíferos y las aguas superficiales. La situación de la depuración de estas aguas residuales urbanas en España presenta, sin embargo, una situación claramente deficitaria. Así, si el 26% de la población española habita en municipios menores de 10.000 habitantes, el 80% de dicha población no trata sus aguas residuales o lo hace de manera deficiente. Para los municipios de mayor tamaño, no existe tratamiento para un 47% de la población. Los datos nos aportan que sólo el 41% de la población española trata sus aguas residuales de manera acorde a la Directiva de la Unión Europea. Para la población restante se construye en la actualidad infraestructuras para el saneamiento y depuración. El principal problema de las actividades industriales respecto al agua es su capacidad para generar vertidos que ocasionan la pérdida de calidad del medio receptor e incluso su viabilidad para ejercer de soporte de actividades bióticas.
El uso generalizado de nitratos y fosfatos en las explotaciones agrícolas y ganaderas ha introducido fuertes niveles de contaminación en el agua. Las zonas más afectadas corresponden al litoral mediterráneo, una parte de la cuenca del Guadiana y la isla de Mallorca. La cuenca del Júcar es la que está más afectada, caracterizada por excesivas extracciones de agua y explotaciones agrícolas muy intensas.
El agua, necesaria para los procesos fisiológicos y base de la alimentación de hombres, animales y plantas, se encuentra siempre en los ciclos generales de evaporación, condensación, precipitación y desagüe. El agua se caracteriza por sus múltiples usos (abastecimiento de agua potable, medio de producción, irrigación, refrigeración, eliminación de desechos, medio de transporte, ocio y deportes, enriquecimiento paisajístico, etc.). Los recursos totales de agua de la Tierra se estiman en 1.500 millones de km3; los océanos cubren el 71% de la superficie terrestre. Sin embargo, el 97% de los recursos de agua están constituidos por agua de mar, es decir, agua salada inadecuada para el consumo humano. La proporción de agua dulce utilizable de las reservas totales de agua alcanza el 0,3%. La mayor parte de las reservas de agua dulce se encuentra en las enormes masas de hielo de los polos y de los glaciares de montaña.
La contaminación de las aguas subterráneas con sustancias nocivas procedentes de la industria y de los vertederos de residuos constituye un grave problema, sobre todo en los Estados más desarrollados. Además, la principal causa de esta contaminación (que entraña un importante riesgo para la salud) son las elevadas concentraciones de nitratos, debidas, en su mayor parte, a la utilización de abonos minerales y a la evacuación del "purín" en las regiones que practican la ganadería intensiva. En muchas regiones de la Unión Europea se registran elevadas concentraciones.
Aguas costeras y mares
A menudo, los efectos de la contaminación del mar sólo resultan sensibles a gran distancia de la verdadera fuente. Se estima que la mitad aproximadamente de todas las sustancias que contaminan los mares tienen origen terrestre y llegan al mar bien directamente a través de los vertidos o por intermedio de los ríos, que alrededor de un tercio de dichas sustancias procede de aportaciones atmosféricas y que sólo un cuarto escaso tiene su origen en el mar. Por consiguiente, el futuro control de la contaminación del entorno marino depende primordialmente de las medidas tendentes a limitar las fuentes terrestres de contaminación situadas en la mayoría de los casos en las regiones costeras. Los principales focos de problemas son:
- Los nutrientes (fosfatos y nitratos) resultantes de una mayor utilización de abonos que tienen como consecuencia un fuerte incremento del crecimiento de las algas, la desaparición del oxígeno, la muerte en masa de los animales marinos y la disminución del turismo;
- La falta de plantas depuradoras de aguas residuales, sobre todo, en el Mediterráneo;
- Los metales pesados y los compuestos orgánicos procedentes de plantas industriales.
Las enfermedades como armas biológicas: los agentes patógenos
Recuerdo una conversación con cierto conocido israelí, en 2004, en la que me confesaba que en su País daban por hecho que en cuestión de años al-Qaida o alguna otra organización con suficientes recursos para ello se harían con un artefacto nuclear; es solo cuestión de tiempo. Pero lo que más le preocupaba realmente no era esto, que casi lo veía como inevitable, sino la posibilidad de que los yijadistas experimenten con cepas de virus como el de la viruela y descubran el modo de expandirlo por el Mundo, sino ese virus, cualquier otro. ¿Tendrían los países occidentales vacunas para todos sus ciudadanos, cuando enfermedades como la viruela ya están erradicadas y por lo tanto, en principio, no es necesario tener vacunas para millones de personas a diferencia de lo que ocurre con la gripe?
Un virus es un agente sumamente infeccioso mucho más pequeño que las células de las que se convierten en sus parásitos pues las necesitan para reproducirse ya que por si solos no pueden sobrevivir. Al ser tan pequeños, los fármacos utilizados para combatir a los virus no distinguen las células sanas de las enfermas por lo que los remedios drásticos atacan a unas y otras para erradicar el mal del todo. Son tan pequeños que no pudieron detectarse antes de la invención del microscopio electrónico.
Hay una gran diversidad de virus pero lo que hace destacar al de la viruela de los demás es su gran tamaño en comparación a la mayoría y su número de genes, casi 200, lo que dificultaba la lucha contra el mismo, convirtiéndose en el agente biológico más letal de la Historia hasta la aparición del SIDA, la “peste” de nuestro tiempo. Sin embargo, aunque el SIDA es una enfermedad contra la que se lucha activamente pero de la que aún no hay cura, sí en cambio se puede frenar si se siguen escrupulosamente las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud que es el gran caballo de batalla en África, pues el analfabetismo impide que la gente comprenda las medidas sanitarias para el control del virus. Es más, probablemente, si el nivel cultural en África y otros lugares igualmente castigados por la enfermedad fuera más elevado y se practicara el sexo seguro con preservativos y los drogadictos no utilizaran las mismas jeringuillas, estoy seguro de que conseguiríamos erradicarla, salvo casos aislados debido a irresponsabilidades propias o ajenas.
Una nueva pandemia de viruela (que mataba 400.000 personas anuales hace poco más de dos siglos y de la que ha habido casos registrados hasta 1977, salvo alguno posterior muy aislado), utilizada como arma biológica por la organización al-Qaida, causaría tal mortandad que pudiera muy bien ser calificada de verdadera arma de destrucción masiva ya que la utilización de la vacuna, aunque probablemente solucionaría en parte el problema, es también arriesgada pues contiene el virus de la vaccinia que puede causar sarpullidos, fiebre, jaqueca y dolor corporal pudiendo llegar a complicaciones más serias en determinados grupos de personas.
En 2003, el Gobierno español adquirió dos millones de vacunas contra el virus de la viruela que, en principio, recibirían exclusivamente los cerca de 8.000 españoles que a diario trabajan en las bases militares norteamericanas de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla), además de sus familiares y personas del entorno así como los militares españoles. En el resto de países de la Unión Europea que han adoptado medidas preventivas contra la viruela, y en los Estados Unidos, sólo se prevé proteger al personal estratégico imprescindible. El presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, reconoció en 2002 que el virus de la viruela era una de las máximas preocupaciones de su Gobierno al revisar tanto las viejas como las nuevas amenazas a las que se enfrentan los Estados Unidos y todo el Mundo tras el 11-S. Bush dijo en aquella intervención que el País estaba preparado ante un eventual ataque utilizando como arma la propagación de la viruela ya que poseían vacunas para toda la población, sin embargo no era recomendable una vacunación masiva porque la propia vacuna conlleva ciertos riesgos por sus efectos secundarios.
Si un activista yijadista contagiado con el virus de la viruela simplemente se subiera a un metro en una ciudad como Madrid o Barcelona, según el director de la Unidad de Evaluación, Apoyo y Prevención del Hospital Clínico de Barcelona, el epidemiólogo Antoni Trilla, podría iniciar una cadena de contagios que exigiría acotar y aislar a la población afectada. La rapidez del contagio es de un solo contacto en un 80 % de los casos y se transmite al tocar la piel o la ropa de un enfermo de viruela o a través de la respiración si es un entorno cerrado como un metro o un autobús. Aunque la enfermedad se erradicó supuestamente en 1980, la Organización Mundial de la Salud conserva varias cepas en Rusia, en el Centro de Investigación Virológica de Kolsotovo, si bien las tiene también en el de Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (USA) pero no hay garantías de que las cepas se hayan custodiado de forma rigurosa y como dice Antoni Trilla: "Tampoco hubo una inspección de los países a medida que fueron comunicando a la OMS que habían eliminado sus reservorios víricos. Cada Gobierno lo comunicó y punto". Lo peor no es lo anterior sino que las medidas preventivas duran no más de tres años y además la vacuna no es inocua además de que no pueden ser vacunadas las mujeres embarazadas o que tengan bebés a los que amamanten, los alérgicos, las personas con el sistema inmunológico debilitado, los que han contraído el SIDA (y éstos últimos son más de 35 millones, aumentando a un ritmo de 7.000 nuevos casos diarios). Tampoco podrá recibir la vacuna los que reciban quimioterapia o tengan alguna enfermedad cardiaca o los que hayan recibido algún órgano trasplantado o los niños menores de un año. Si hacemos cuentas, hablamos de casi la sexta parte de la Humanidad. El Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos no recomienda una vacunación masiva pues podría ser peor el remedio que la enfermedad por lo que la estrategia en Norteamérica, la Unión Europea o Japón es vacunar a sanitarios, bomberos, policías y militares que serían los que actuarían ante la emergencia y al resto de la población se le daría información orientativa. El índice de mortandad causado por la vacuna de la viruela es de entre dos y cinco individuos por cada millón vacunado, lo que multiplicado por 7.000 millones de personas que pueblan el Planeta, supone más de 21.000 muertes solo por la vacuna y ya hemos mencionado a los grupos de riesgo a los que inyectarles la vacuna supone un gran peligro para sus vidas y hablamos de más de 1.000 millones de personas.
Para los que crean que exagero al pensar que por muchas medidas que se tomen siempre serán pocas, recordaré el caso del laboratorio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Birmingham, en 1978. Un fotógrafo que trabajaba en una oficina sobre el laboratorio mencionado resultó contagiado a través de una fuga por el conducto del aire que unía la oficina con el laboratorio. Aunque la madre del fotógrafo también se infectó fue el primero quién pereció (el director del laboratorio se quitó la vida al reconocer su falta de responsabilidad). En 1994, un experto ruso afirmaba que la viruela es un agente biológico aún más letal que el ántrax o la peste. Ciertamente es un agente muy peligroso (se presentó con una letalidad del 30% en los infectados con viruela mayor y no vacunados). Además resulta estable para su transmisión por aerosol y puede ser producido a gran escala. Su uso tendría un efecto psicológico devastador en la población que resultara víctima del ataque, causando un pánico generalizado, sobre todo cuando se comprobara que no hay vacunas para todos y aún así ya se ha indicado con anterioridad que la vacuna puede resultar peligrosa igualmente. Otros ejemplos son los acontecidos, también en los años 70, en Alemania y la ex-Yugoslavia donde a pesar de la rutinaria vacunación resultaron infectadas once personas y éstas, a su vez, infectaron a un promedio de trece personas por sujeto. De todos modos, la vacuna contra la viruela, de efectos imprevisibles, tiene una duración efectiva de no más de diez años en el caso de que el individuo haya sido vacunado de niño. Si la vacuna se inyecta a edades más tardías, en la mayoría de los casos, se ha comprobado que no tiene una efectividad superior a los cinco años y eso si funciona. La 59ª Asamblea Mundial de la Salud, celebrada en mayo de 2006, dictaminó que aunque es recomendable acabar con todas las cepas existentes, se permitirá que se siga investigando con ellas pero reconoce que es una amenaza de primer orden mundial y no garantiza que las únicas cepas se encuentren en los dos laboratorios de la OMS, en Rusia y Estados Unidos.
Según Mariano Esteban, director del departamento de Biología Celular y Molecular del Centro Nacional de Biotecnología de España y asesor de la Organización Mundial de la Salud sobre la viruela: “Hay lagunas en cuanto a la capacidad logística para el diagnóstico del virus, que es necesario para actuar con la máxima celeridad posible, y en los antivirales. Existen limitaciones y hay que estar preparados por si se diesen mutaciones, ya que es perfectamente factible rescatar y resintetizar un patógeno de este virus. Además, las personas menores de 35 años nunca han sido vacunadas”.
La fecha para la total destrucción de las cepas de virus era el 30 de junio de 2010, sin embargo ya se había dado una fecha anteriormente (2002) e incluso antes en 1996 y se aplazó una y otra vez su destrucción, como ha ocurrido de nuevo en 2011, hasta su próxima revisión en 2014. Me temo que mientras la amenaza terrorista exista o el miedo a que un régimen totalitario se hiciera con alguna muestra con la misma intención (terrorismo de Estado), las cepas no se destruirán para así poder extraer de ellas las vacunas necesarias para contrarrestar la pandemia. Como vemos, un callejón sin salida: ¿será beneficioso o perjudicial la destrucción de las dos cepas existentes de viruela?...si es que solo hay esas dos cepas.
Ébola
Aunque un informe del Instituto Brookings, titulado “Protegiendo al territorio estadounidense”, publicado en 2002, destaca que un ataque de una organización terrorista utilizando como arma el ébola es remoto, lo cierto es que es de fácil reproducción en laboratorios, altamente eficaz por aerosoles, muy contagioso y su mortalidad puede llegar al 90%, no existiendo actualmente vacuna alguna, pues a pesar de lo que se creyó en un principio, se ha demostrado que el suero consistente en la sangre de los supervivientes al virus no es efectivo en el tratamiento de la enfermedad. La infección es provocada a través del contacto con la sangre contaminada, la saliva, el sudor, la orina o los vómitos y puede llegar a incubarse en tan solo dos días. Primeramente, la fiebre sube, el individuo se muestra súbitamente cansado y padece un gran dolor muscular y de las articulaciones, así como en el abdomen y la cabeza; las cefaleas llegan a ser insoportables. La hemorragia aparece en todo el cuerpo, sangrando por la boca y el recto, siendo la causa verdadera de la muerte; la pérdida de sangre. La enfermedad es relativamente nueva o al menos se conoce desde hace poco (algo más de treinta años) por lo que sigue siendo una gran desconocida y…sin vacuna.
La zona más afectada ha sido el centro de África con una mortandad de un 70 % aproximadamente, sin embargo la cepa más mortífera de las distintas conocidas de ébola es la variante “Zaire” con una mortalidad del 90 %; el último brote surgió en la República del Congo con una mortalidad del 71 % (187 muertes). La cepa “Ébola-Sudán” causó siete fallecidos entre los 17 casos aparecidos en ese País y solo en noviembre pasado (2007), en Uganda, murieron 35 personas de las 127 afectadas por el virus.
Encontrar una vacuna es sumamente difícil ya que se necesita un laboratorio que reúna las adecuadas medidas de seguridad como conservación en nitrógeno líquido y otras medidas de contención y solo hay un par de laboratorios autorizados en todo el Mundo, como ocurre con la viruela, ya que es de fácil reproducción en manos inadecuadas, muy efectivo utilizando aerosoles para su expansión y con una alta capacidad contagiosa. La muerte puede aparecer en tres días, si bien lo normal es que el individuo infectado dure una semana al menos.
Carbunco
El mal llamado “ántrax” ya fue utilizado por los servicios de espionaje alemanes durante la Gran Guerra, llamada así puesto que hasta ese momento no se había conocido un conflicto de implicaciones mundiales como la Primera Guerra Mundial. Los medios utilizados como el gas mostaza o el Bacillus anthracis para cortar los suministros a las tropas aliadas que combatían contra Alemania y el Imperio austro-húngaro fueron la primera fabricación a gran escala de armas biológicas, como correspondía a un conflicto de semejantes proporciones. Sin embargo, como dato curioso a favor de la Alemania Nazi, si es que se puede decir algo favorable del movimiento nacional-socialista, es que el III Reich nunca utilizó armas biológicas ya que sus científicos comprendieron que sus efectos serían difícilmente controlables por lo que acabarían causando mortandad también entre los alemanes.
El poder infeccioso del Bacillus anthracis es tal que la isla de Gruinad, en Escocia, donde se realizaron pruebas con esporas de dicho agente, sufrió sus efectos en los animales que poblaban la isla durante cuarenta años, teniendo que recurrir finalmente al formaldehído y el agua de mar para desinfectarla del todo no pudiendo visitar la isla seres humanos sin protección hasta 1990.
Varios ejemplos de contaminación con el carbunco son el acontecido en Sverdlovsk, en el que murieron casi 70 personas o los envíos postales conteniendo esporas de Bacillus anthracis en el otoño de 2001 en Estados Unidos que consiguió uno de los objetivos terroristas: crear pánico en la población. Sin embargo, se ha informado a la población erróneamente puesto que muchos medios de comunicación son muy dados a utilizar el miedo para vender ejemplares de sus periódicos o subir sus niveles de audiencia recurriendo a supuestos expertos que no son más que periodistas que han leído sobre el tema aprisa y corriendo para tener algo que decir haciéndose pasar por especialistas ya que los verdaderos científicos que han estudiado el Bacillus anthracis no dan morbo a los espectadores por lo que raramente serán consultados por las cadenas de televisión o las emisoras de radio. La idea es buscar alarma social con la que crear noticia y debido a esto, en ocasiones, son los propios periodistas “amarillos” o sensacionalistas los que facilitan el trabajo de organizaciones terroristas difundiendo el pánico entre la población con noticias que no han sido contrastadas pudiendo inspirar con semejante actitud confusión e incluso desestabilización, lo que favorece a los yijadistas: la desinformación. La diferencia entre un periódico o cualquier otro medio de comunicación serio y otro que solo publica bazofia sensacionalista es precisamente la calidad de sus analistas y fuentes de información y especialmente el modo en que contrastan sus informaciones. Los periodistas tienen un papel muy importante en la lucha antiterrorista, negándose a difundir noticias que no hayan sido contrastadas y si no es posible, han de tratarlas con la debida cautela para no crear desconfianza de los ciudadanos en sus Fuerzas de Seguridad, pensando que no están capacitadas para defenderles, debido a la publicación de noticias sensacionalistas sin la menor ética.
En realidad, el ántrax es una enfermedad cutánea que aunque de cierto parecido al carbunco cutáneo, no es lo mismo; es más, el carbunco tiene otras tres variantes: intestinal, pulmonar y carbunco meníngeo. La enfermedad del carbunco es una vieja conocida de los ganaderos por la que se vacuna al ganado, sobre todo ovino y caprino, desde hace tiempo debido a lo cual las personas que entren en contacto con esos animales pueden contraer la enfermedad afectando a su piel, tracto gastrointestinal y pulmones; en principio serían los relacionados con dichos animales como los granjeros, veterinarios, curtidores o cardadores de lana por lo que la enfermedad también es conocida como de los traperos o cardadores de lana. El problema con el carbunco es que se piensa que resulta difícil un ataque terrorista utilizando ese agente patógeno que por cierto no es un virus, como se ha dado a entender, sino una bacteria. Para los que desconozcan la diferencia y hayan oído los términos guerra o arma bacteriológica asociando a virus y bacterias como si fueran lo mismo, para nada es así. Los virus son mucho más pequeños que las bacterias y son parásitos mientras que las bacterias pueden desenvolverse bien en ambientes sin vida. Básicamente y utilizando términos militares, las bacterias invaden el organismo al que atacan como si fueran un regimiento mientras que los virus actúan primeramente como si fueran espías, alterando poco a poco el funcionamiento genético de las células hasta que se han reproducido de tal modo que ya resulta muy difícil o imposible pararlos. Pudiéramos decir que las bacterias le declaran la guerra al organismo al que atacan y los virus son, en cambio, una guerrilla de comandos que cuentan con ácidos desoxirribonucleico y ribonucleico protegidos por lo que resulta difícil destruirlos. Pueden permanecer durante mucho tiempo como si estuvieran muertos hasta que encuentran un organismo vivo en el que desarrollarse como parásitos.
Por lo general, el carbunco cutáneo, que es el más frecuente, aparece como si fuera la picadura de un insecto la cual pudiera derivar en la típica ampolla y ulcerarse pero no suele causar un excesivo dolor, secándose la costra resultante a los quince días. El tratamiento es a base de penicilina, doxiciclina y ciprofloxacina durante dos meses siendo los casos de muerte muy raros. Las personas infectadas no contagian el carbunco, lo que ocurre es que varias personas pudieran haber estado expuestas a la misma fuente originaria de la bacteria. Un problema añadido es que cuando aparecen los primeros síntomas pudiéramos achacarlos a otras enfermedades y pensar que con reposo, cremas o ciertos antibióticos se solucionará; esa estúpida convicción que tenemos muchos de nosotros de que será algo pasajero por lo que no es necesario acudir al médico. ¡Gran error! Al retrasar el tratamiento más de una semana, su eficacia es nula pero una vez es detectado, por lo general, los servicios de sanidad envían a la zona infectada al personal y medios necesarios en cuestión de no más de un día, consiguiendo contener la enfermedad.
Una propagación efectiva de la bacteria sería convertir sus esporas en un polvo muy fino y encontrar el modo de expandirlo para que afecte al mayor número de víctimas pero, afortunadamente, resulta un procedimiento muy complejo. Ahora bien, el presente trabajo trata la posibilidad de un ataque terrorista utilizando el carbunco y otros agentes patógenos como armas biológicas. Es más que posible que de conseguirse lo anterior y se pueda convertir en polvo las esporas del carbunco, se propague ayudado por el aire acondicionado de un centro comercial o edificio de oficinas por lo que sería recomendable que la ventilación fuera individual para cada dependencia y no general para evitar así su propagación. También se puede contaminar alimentos varios de un hipermercado y que los numerosos clientes acaben todos infectados al contacto con los productos en cuestión, por lo que el control sobre los mismos ha de ser constante.
Con respecto a los envíos postales como ocurrió en 2001 en Estados Unidos se impone un aislamiento de todos los paquetes y sobres postales y su revisión exhaustiva antes de su envío aunque ello suponga un retraso en el mismo. Muchas veces con un simple vistazo a través de una cámara instalada en el habitác*** donde se deposite el sobre o paquete se podrá observar si el polvo rodea el envoltorio y en el caso de que esté en su interior, como sería lo normal, deberá ser abierto para mayor seguridad. Se supone que a raíz del pánico desatado en todo el Mundo con lo ocurrido en Estados Unidos en el otoño de 2001 se han tomado medidas de seguridad para detectar envíos sospechosos pero no son suficientes. De todos modos se deberían enviar muchos sobres y paquetes rociados con carbunco para causar un número elevado de muertes.
Botulismo
Se trata de una enfermedad que causa parálisis muscular ocasionada por la bacteria Clostridium botulinum.
Las tres variantes son:
- La transmitida por alimentos contaminados.
- El botulismo infantil.
- Las heridas infectadas por la bacteria.
Con la primera variante, los síntomas pueden aparecer en seis horas y en casos extremos pero perfectamente posibles, en cuestión de poco más de un día, se pasa de la doble visión a la visión borrosa, los párpados caídos y dificultad muy molesta para hablar y tragar ya que se tiene la sensación de que la boca se ha secado. Aparecen dolores musculares generalizados pero de modo progresivo y de arriba hacia abajo: hombros, brazos, muslos, pantorrillas y finalmente, si no es tratado a tiempo, se produce la falta de respiración y con ello la muerte.
Se trata de una enfermedad que tampoco se contagia con el contacto humano y si se coge a tiempo la mayoría de los infectados se recuperan en cuestión de un mes aunque aquí está el problema, que se coja a tiempo o no, pues los antibióticos prescritos para su tratamiento no son siempre útiles.
Un grupo de riesgo es sin duda los niños. Si una organización terrorista sin escrúpulos contaminara los alimentos del comedor de un colegio donde los niños son susceptibles de hacerse pequeñas heridas jugando, dichas heridas serían suficientes para contraer la enfermedad ya que a través de ellas accederían al interior del organismo y tan solo es necesaria una cantidad pequeñísima de la toxina, por lo que los alimentos que vayan a consumir los niños han de estar controlados en todo momento y no dejarlos sin vigilancia ni un instante.
Los lugares de donde se extraigan las verduras, frutas, pescado, cebollas salteadas, ajos picados conservados en aceite, salchichas, carnes ahumadas en conserva y otros productos parecidos han de ser inspeccionados regularmente para garantizar que su elaboración sigue todas las normas de sanidad ya que son los alimentos más propicios para la contaminación.
Conclusiones
A pesar de lo anterior, todavía encontraremos a individuos que muestren sus dudas sobre la intención de al-Qaida de utilizar armas biológicas, añadiendo que se trata sencillamente de una exageración y que se le da más importancia de la que se merece. Alan Cullison, periodista del Wall Street Journal, compró en 2001 dos ordenadores, propiedad, según su vendedor, de Muhammad Atef que fue líder militar de al-Qaida hasta su muerte en noviembre de 2001. En uno de los ordenadores encontró documentos sobre el intento de iniciar un programa de armas biológicas denominado “al-Zabadi” y cuyo presupuesto ascendía a tan solo 3.000 dólares, lo que demuestra lo que decía anteriormente de que con poco dinero se pueden llevar a cabo atentados importantes o estudiar como perpetrarlos. Al parecer, el interés de al-Qaida por utilizar ese tipo de armas data al menos de 1997 por lo que se desconoce en que fase pudiera encontrarse en la actualidad.
Los grupos terroristas captan entre sus fichas a estudiantes universitarios, principalmente de “Ciencias” para que les ayuden a desarrollar armas biológicas, químicas o radiológicas. Pudieran ser elementos ya adoctrinados e introducidos en Universidades para que desarrollen sus conocimientos en Biología, Farmacia, Química, Parasitología, etc. y capten a su vez nuevos adeptos. El terrorismo yihadista lo tiene relativamente fácil en España con el número elevado de estudiantes musulmanes que hay en nuestro País, especialmente en Provincias como Granada y aunque son un porcentaje mínimo los fundamentalistas, sí resulta muy difícil detectarles ya que reciben un adiestramiento especial para precisamente dar una apariencia normal de personas integradas plenamente en la sociedad occidental. No se debe cesar en la colaboración con el orbe arabo-islámico en cuanto a formación de alto nivel ya que se trata de una relación de beneficio mutuo e intercambio cultural positivo pero, lamentablemente, los integristas islamistas utilizan a la masa de estudiantes árabes para infiltrar entre ellos a sus "soldados" o mujahidines para que adquieran esa formación superior que después puedan aplicar en sus programa biológicos o de cualquier otra índole sofisticada, recibiendo instrucción en los campos de entrenamiento sobre como deben desenvolverse en la sociedad occidental y en la comunidad estudiantil y universitaria para pasar desapercibidos, por lo que el trabajo de los Cuerpos de Seguridad ha de ser tan sofisticado como la amenaza a la que se enfrentan y adiestrarse en la localización de esos terroristas infiltrados, lo que no resulta nada sencillo. Sin duda, aparte de la sociedad en su conjunto, los más perjudicados por esta estrategia yijadista son los propios musulmanes ya que la inmensa mayoría son personas de buena fe que solo desean prosperar, como cualquier otro ser humano, viéndose manchada su imagen de honestidad por estos elementos subversivos que ponen en duda a toda la comunidad islámica. Es obligación moral, por lo tanto, de mezquitas, oratorios y asociaciones islámicas, tanto de estudiantes como de colectivos de inmigrantes, colaborar con las Fuerzas de Seguridad en la detección de fundamentalistas, demostrando con ello que están en contra de todo tipo de violencia, como sin duda así es.
Ni que decir tiene que los responsables de programas docentes han de vigilar el interés desmedido por determinados aspectos de su disciplina entre ciertos estudiantes que levanten algún tipo de sospecha pero no nos engañemos, puesto que han de vigilarse también a los que no siendo musulmanes presenten alguna característica de radicalismo, sea de la naturaleza que sea. No olvidemos lo acontecido en Noruega con el fundamentalista cristiano Anders Behring Breivik, de extrema derecha, por lo que cualquiera, sea cual sea su ideología, puede sorprender a los servicios de seguridad por lo que las medidas contraterroristas se deben tomar en todos los casos y no relajarlas pensando que solo deben preocupar los estudiantes musulmaes; sería un error.
Sin embargo, el yijadismo casi monopoliza hoy en día el terrorismo transnacional, de ahí el que se estudie más a fondo que otros tipos de violencia terrorista. El seguimiento de estos posibles terroristas yihadistas ha de hacerse por personal experimentado lo que incluye conocer a fondo su cultura y religión ya que de este modo será más fácil detectar elementos fundamentalistas (separando al musulmán practicante honesto y pacífico del integrista extremista, lo que solo se puede hacer conociendo la cultura araboislámica) ya que de un buen trabajo de obtención de información dependerá el que se prevea un atentado cuyo objetivo sea contaminar el agua potable o provocar una epidemia con la utilización de armas biológicas. Se deben concienciar a los laboratorios universitarios y al resto tanto públicos como privados de la necesidad imperiosa de controlar minuciosamente sus existencias así como la observancia rigurosa de todas las medidas de seguridad posibles.
Leer más: http://www.redsafeworld.net/news/prevencion-contraterrorista-ante-p...
Fuente: http://www.redsafeworld.net/news/prevencion-contraterrorista-ante-p...
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