“LA ULTIMA ALARMA” (POEMA – ESTADOS UNIDOS)
Mi padre era bombero,
conducía un gran camión rojo.
Y cuando iba a trabajar todas las noches,
decía: "Madre, deséame suerte".
Entonces papá no volvería a casa
hasta el día siguiente.
Pero lo que más me molestaba
era lo que algunas personas decian.
"La vida de un bombero es fácil,
come, duerme y juega.
Y a veces no lucha contra el fuego
durante días, días y días".
Cuando escuché por primera vez estos comentarios,
era demasiado joven para entenderlos.
Porque yo sabía, que cuando la gente tuviese problemas,
papá estaría ahí para echarles una mano.
Entonces mi padre fue a trabajar un día,
Y nos dio un beso de despedida.
Pero pocos nos dimos cuenta,
que esa noche todos lloraríamos.
Mi padre dio su vida esa noche,
cuando el piso cedió.
Y me pregunte por qué él arriesgaba su vida,
por alguien que ni siquiera conocía.
Pero ahora me doy cuenta,
que el mejor regalo que un hombre puede dar,
es poner su vida en la línea,
para que alguien más pueda vivir.
Así que seguimos adelante día a día,
y oramos al Dios de arriba.
Digamos una oración por su bombero local,
Él puede salvar a los que ama.
Autor desconocido
“Tallado en piedra en el Monumento Nacional a los Bomberos Caídos”
Colorado Springs, Co. En Estados Unidos
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