Los bomberos de Noruega no conocen el miedo (anecdota)
Una noche oscura fuera de un pequeño pueblo cerca de Everett, Washington, se produjo un incendio dentro de la planta química local y en un abrir y cerrar de ojos explotó masivamente en llamas .
La alarma fue a todos los departamentos de bomberos en toda la zona. Cuando los bomberos voluntarios aparecieron en la escena, el presidente de la compañía química acudio al jefe de bomberos y dijo: "Todas nuestras fórmulas secretas se encuentran en la bóveda en el centro de la planta. Deben ser recuperadas. Voy a dar $ 50,000 para el departamento de bomberos si los lleva a cabo para rescatar de dichos documentos en forma intacta. "
Las explosiones y llamaradas eran de tal magnitud que salio fuera del control para los bomberos que arrivaron en primera respuesta. Se tuvo que llamar a más de bomberos ya que la situación se volvió desesperada.
Cuando los bomberos llegaron, el presidente le gritó que la oferta era ahora de $ 100,000 para el departamento de bomberos, que podría llevar a cabo la recuperacion de los archivos secretos de la compañía.
A lejos , una sirena solitaria de un camión de bomberos se escuchó llegar al siniestro ...
Fueron los bomberos voluntarios de Stanwood, Washington, compuesto principalmente de los noruegos mayores de 65 años del cercano municipio rural de Noruega de la empresa.
Para asombro de todos, el destartalado camión de bomberos avanzo directo más allá de todos los camiones de bomberos más nuevos y elegantes que se encontraban estacionados fuera de la planta. Sin siquiera detenerse se dirigió directamente hacia el centro del infierno.
En el exterior, los bomberos de otras compañias vieron como los viejos noruegos saltaron en medio del fuego y lucharon nuevamente por todos los lados.
En poco tiempo, los bomberos noruegos de avanzada edad habían extinguido el fuego y habían salvado a las fórmulas secretas.
El presidente de la empresa química agradecido anunció que para tal hazaña sobrehumana estaba subiendo la recompensa de $ 200,000, y se acercó a agradecer personalmente a cada uno de los bomberos valientes.
Los reporteros de televisión de noticias locales se apresuraron a capturar el evento de la noticia, preguntando a su jefe: "¿Qué vas a hacer con todo ese dinero?"
Bien dijo Ole Larsen, el jefe de bomberos de 70 años de edad, " lo primero que voy a hacer es arreglar los frenos a este camión del demonio!"
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