Cansados de las promesas de productores rurales, en caso que deban concurrir a hechos en plantaciones forestales, aserraderos o campos, cobrarán. Se trata de los cuerpos de Tabay-Tatacuá, Mburucuyá, Santa Rosa, Concepción, Caá Catí, San Miguel e Itá Ibaté.
Los cuarteles de Bomberos Voluntarios de la VI Región de la provincia de Corrientes decidieron comenzar a cobrar sus servicios de apagado de incendios en el caso que se trate de forestaciones, aserraderos y campos. La medida se tomó debido a los gastos que se producen en estas acciones y a las falsas promesas de productores, que nunca aportan a los cuarteles.
“Nos parece injusto que los bomberos voluntarios, que son urbanos, deban salir con el aporte de los vecinos a apagar plantaciones forestales que valen millones y que luego no colaboran ni con un peso para los bomberos”, dijo a época el jefe de los Bomberos Voluntarios de Santa Rosa Arnold Servín.
Esta decisión se tomó el pasado 1 de abril en una reunión de la Sexta Región de los bomberos voluntarios, en la oportunidad se fijó el canon que se cobrará, éste tomará como parámetros la distancia y la jornada de trabajo. Allí los cuarteles de Tabay-Tatacuá, Mburucuyá, Santa Rosa, Concepción, Caá Catí, San Miguel e Itá Ibaté tomaron esta decisión conjunta, de manera posterior se la comunicaron a la Federación Correntina de Bomberos Voluntarios, Defensa Civil, a la Dirección de Recursos Forestales y al ministro de Gobierno Gustavo Valdés.
“Vamos y apagamos un incendio forestal pero el campo suele estar a cargo de un encargado que nos dice que cuando venga el patrón va a pasar a aportar por el cuartel y nunca vienen”, dijo Servín, el jefe del los bomberos de Santa Rosa explicó que la mayoría de quienes hacen este trabajo de voluntariado no tiene un trabajo fijo o es independiente, por lo tanto cuando van a cubrir una incendio forestal de 2 o tres días pierden dinero para sus casas.
“El canon va ser para invertir en combustible y compensar al personal que deja su trabajo por varios días para apagar un incendio en un campo”, explicó Servín.
A manera de ejemplo en el caso que el cuerpo de bomberos de Santa Rosa deba enviar su Unidad Forestal a un campo en Concepción el canon será equivalente al costo de 30 litros de nafta súper ($200 aproximadamente) por jornada laboral; a esto se debe sumar un costo de un litro de nafta súper por kilometro recorrido, partiendo desde el cuartel. En el caso de un incendio forestal más grande que haga necesario que se traslade la autobomba se cobrará 40 litros ($260) más un litro por kilómetro de traslado.
“Muchas veces estamos trabajando dos o tres días en un incendio en un campo y no nos dan ni siquiera una botella de agua, y comida, ni qué hablar”, explico Servín.
Por su parte el director de Defensa Civil de la Provincia, Eugenio Márquez, explicó que las asociaciones de bomberos voluntarios son Organizaciones No Gubernamentales y que de acuerdo a la Ley su jurisdicción primaria son las zonas urbanas y que de manera secundaria la zona de influencia en el sector rural. “Les cuesta mucho conseguir el aporte de las personas a las que les apagan el incendio”, dijo Márquez, a época.
El año pasado a través de la ley nacional las Asociaciones recibieron 85 mil pesos para todo el año, además de los aportes que hizo la Provincia. Pero esto no alcanza para mantener el equipamiento.
Las asociaciones se mantienen con el aporte de los vecinos urbanos que voluntariamente abonan entre 5 y 20 pesos, de acuerdo a cada bolsillo.
Este cuadro de situación hace compresible la medida adoptada por estas asociaciones de bomberos voluntarios de estas siete localidades que buscan seguir subsistiendo y brindando un servicio a la comunidad.
Martes, 24 de abril de 2012
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