‎Esta hermosa y complicada vocación de Bombero Voluntario es lo más parecido a una montaña rusa, te lleva de un extremo a otro de las sensaciones, muchas veces en ritmo parecido a un electrocardiograma, fluctúa de la alegría a la desgracia, de la desgracia a la alegría tan rápido que a veces asusta, del desprecio por la vida al tremendo valor de un simple gracias sincero, te da tanto como te quita, te arrastra tan profundo que te olvidas de las vanidades superficiales, te eleva tan alto que, como diría una conocida amiga, te sentís por un segundo “San Martin” .
Un trago de agua fresca, una palmada fuerte en la espalda, un “bien hijo de mil” mirándote a los ojos tienen más valor que un lingote de oro.
Te divide de la sociedad porque entras a donde todos salieron corriendo, te divide de la sociedad porque dejas de ser un individuo para ser “el bombero”, aunque muchos te lo dicen despectivamente como broma uno se siente orgulloso hasta la medula que te llamen así, te divide de la sociedad porque te hace especial, porque somos pocos, demasiado pocos, los que queremos hacer este trabajo y aun menos los que queremos hacerlo gratis, te divide de la sociedad porque el resto no te entienden y muy difícilmente te lleguen a entender aunque te pases horas explicando, te aleja de una sociedad que piensa que haces esto porque tenes tiempo al “pedo” para hacerlo, claro piensan que es fácil… te subís a un camión, conectas la manguera, tiras agua, se apaga, volves, eso es lo que se ve, pocos saben que hay, horas, semanas, meses, años de preparación para esa “pavada”, el trabajo en un siniestro es lo más fácil, lo difícil es el trabajo semanal, el equilibrio, el estudio, la convivencia, el compañerismo, el orden, la constancia, juntar el mango para pagar el combustible o comprar un equipo, todo eso no se ve, es mas todos suponen que tenemos cuarteles como los de Hollywood.
Te divide de tu familia, amigos, novia, novio porque son ellos a quienes les robamos horas para hacer lo que hacemos
Esta vocación te acerca a la humanidad de una forma que no se puede explicar, te da herramientas como persona que no se pueden comprar, ni se consiguen en los “mejores negocios del ramo”, plasmas en un papel, en un informe, sin tantas fanfarreas lo que muchos se pasan pregonando toda la vida pero jamás se ensucian las manos, ni la ropa.
Muchas veces te acerca a una sociedad donde antes no encajabas, te acerca a una sociedad que te necesita “urgente”, aunque antes eras el gordito o el flaco o el petiso, eras el “$%&$@…”, ahora sos “el bombero”, al menos mientras dure la urgencia, después ciertos personajes que lamentablemente abundarán te encasillan otra vez. 
Te acerca a la sociedad que aunque no te quiere a vos, si quiere a los bomberos, te acerca a una sociedad que encuentra en un cuartel de bomberos un respaldo para sentirse mejor.
Te aleja de una sociedad que aunque le salves millones de pesos a veces no te quiere fiar una cuenta para poder reparar un móvil unos días antes de lo previsto para que esté listo para a próxima salida o para ponerle combustible para que funcione el motor, que si fueran a pedales igual saldríamos, incluso hasta a pasado por nuestras cabezas salir empujándolos, un poco en broma un poco enserio.
Te aleja de una sociedad donde algunos de sus dirigentes te cargan de miles de obligaciones, responsabilidades pero a la hora de pedirles ayuda salen disparados como si les hubiera sonado una alerta de incendio a ellos y te dejan con pocos derechos y beneficios… si total sos voluntariooo...
Te acerca a una sociedad que te considera “loquito”, pero en realidad sos el que esta mas cuerdo cuando todos están enloquecidos.
Te aleja de una sociedad que a veces busca desesperadamente encontrarte un error y se “caga” en la tonelada de aciertos, por el solo hecho de criticar, destruir, dividir, por suerte también son los menos pero a veces lamentablemente son los que tiene vos más fuerte, es más que obvio que estos que buscan criticar es porque tienen tiempo de fijarse en los demás y no hacen nada ellos mismos.
Esta montaña rusa te lleva de la vida a la muerte en lo que tarda alumbrar una linterna, de la muerte a la vida en lo que tardan 30 compresiones y 2 insuflaciones, a veces en menos tiempo, del caos total al regocijo del final del trabajo terminado con el deber cumplido, del orden al desorden en lo que se tarda presionar un botón, del desorden al orden en lo que tarda llegar una dotación.-
Te lleva de la paz total de una siesta, de un profundo sueño de madrugada, de una oficina con aire a temperatura ideal, cuando no queda la olla a medio cocinar de un plato de comida recién servido, a la adrenalina después de un sonido de alarma, un alerta 1, un mensaje de texto que te transforma de una simple persona con sus preocupaciones impostergables, como son los bancos, el dinero, el estudio, el trabajo, los horarios y cientos de obligaciones, a tener solo en mente solucionar un problema ajeno y cuidar de tu compañero más inmediato como premisa exclusiva, sin importar quien está dentro de ese traje igual al tuyo, después de la alarma y hasta que termine el siniestro nadie del grupo tiene nombre, apellido, ni billetera, es tu compañero, son tus compañeros, tu dotación, tu escudo, tu espalda, tu respaldo, es quien te cuida y a quien vos cuidas, el resto es solo una consecuencia de las capacitaciones que hiciste o del equipo con el que cuenta el cuartel, efecto colateral es el siniestro concluido lo mejor posible siempre y mejorar para el próximo.
Te endurece como piedra ante la desgracia y te ablanda las lagrimas con un dibujito que te regalan en el jardín de infantes, por eso esto es lo más parecido al recorrido de un electro cardiograma y como tal, cuanto más fluctúe, más un bombero se siente vivo, cuando es lineal, la vocación va muriendo, igual que el paciente conectado a la maquina.
Si no viviéramos estas sensaciones no podríamos aguantar la presión de ser BOMBERO, es el combustible que mueve la maquina, es lo que no se puede explicar, o sea, en realidad se puede explicar, pero no te entienden.
El boleto para esta montaña rusa es carísimo, casi nadie lo puede pagar, no tiene cotización y no se compra con dinero, hay alrededor de 850 boleterías en nuestro país.
La montaña rusa de Pampa del Infierno tiene un corto camino pero una importante intensidad que nos hace seguir aferrados muy fuertes a nuestros asientos para seguir firmes en el recorrido que prácticamente recién empieza.-

Diego Bernard.- jefe de ca Bomberos Pampa del Infierno