
LA INGENIERÍA ANTISÍSMICA - FILOSOFÍA DE DISEÑO SÍSMICO
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Expresada en forma resumida, la filosofía de diseño aceptada por prácticamente todos los países
sísmicos del mundo establece, por una parte, que los edificios deben diseñarse de modo que no
sufran daños de ninguna especie durante los eventos sísmicos que ocurren frecuentemente, esto
es, varias veces durante el período de vida útil (50 a 70 años) del edificio. Pero por otra parte,
establece que las estructuras pueden sufrir daños, e incluso tener que demolerse con posterioridad
al sismo, ante la eventualidad del sismo más severo que se puede esperar en un determinado
lugar, siempre y cuando se garantice que la estructura no colapsará durante la ocurrencia de este
sismo severo. La justificación de esta filosofía radica en el elevado costo que significaría diseñar
las estructuras para impedir la ocurrencia de daños durante el sismo de gran severidad, unido al
hecho de la muy baja probabilidad de ocurrencia de tal evento sísmico. Esta filosofía, de aplicarse
adecuadamente en un determinado país, garantiza la preservación de las vidas humanas frente a
cualquiera circunstancia, junto con optimizar el uso de los recursos económicos de la sociedad.
El diseño sismorresistente de las construcciones se realiza en los diferentes países de acuerdo a
un conjunto de disposiciones que reciben el nombre de “normas”, las cuales son redactadas por
los profesionales que entienden del tema. Las normas de los diferentes países son semejantes en
sus principios aun cuando guardan diferencias entre ellas según sean las características
particulares de la práctica sismorresistente y de construcción en dicho país. No obstante lo
anterior, la experiencia mundial durante los últimos 20 años en este campo establece que el
comportamiento de las estructuras frente a sismos de gran severidad ha sido bastante desastroso
en varios de estos países, con un gran número de edificios colapsados. Esta experiencia indica
que no basta con tener una buena norma para asegurar que los edificios se comporten
sísmicamente de acuerdo a la filosofía de diseño enunciada anteriormente. También es
indispensable que la conciencia sísmica se extienda e incorpore a la práctica de la arquitectura,
que define en gran medida el sistema estructural que tendrán los edificios, y que se controle el
proceso constructivo y de mantención de las estructuras de los edificios, además de controlar que
el diseño sismorresistente se ejecute de acuerdo a las normas.
Sin embargo, el problema es más serio aun, ya que a la dificultad de satisfacer los requisitos
recién enunciados, se agrega el hecho del desconocimiento que la sismología tiene del evento
más severo que puede ocurrir en un determinado lugar. En otras palabras, no se puede predecir
con precisión este sismo de gran severidad y, en consecuencia, no se puede garantizar
absolutamente que las estructuras no colapsarán durante dicho evento sísmico. Para lograr esto es
necesario modificar la filosofía de diseño sismorresistente, y que la sociedad acepte el aumento
de costo que ello implicaría.