Enormes lenguas de fuego contrastan dos vehículos el jueves 9 de septiembre del 2010 en una zona de la localidad de San Bruno en California. Los bomberos dijeron que la posible causa fue la explosión de un tubo de gas. .
10 de septiembre de 2010
Foto: Paul Sakuma / AP
Algunas víctimas con quemaduras graves llegaron a hospitales de la zona de la Bahía de San Francisco poco después de la conflagración en la tarde del jueves en el suburbio de San Bruno, aunque de inmediato las autoridades no mencionaron cifras de los heridos.
Los reportes de hospitales locales indicaron que habían recibido a unos 20 lesionados, algunos en condiciones graves, y que esperaban más víctimas.
El calor generado por las llamas fue tan intenso que agrietó el parabrisas de un camión de bomberos. El incendio arrasó con 53 casas y dañó 120, mientras los bomberos y otro personal siguieron combatiendo el fuego durante la noche.
Por lo pronto se confirmó la muerte de una persona, dijo el jefe de los bomberos de San Bruno, Dennis Haag.
La compañía de gas y electricidad que atienda la zona de la Bahía de San Francisco informó que uno de sus ductos de gas se partió cerca del lugar del estallido, el cual dejó un cráter enorme y generó las llamas que destruyeron lo que encontraron a su paso en varias cuadras de San Bruno.
"Si en última instancia se determina que somos responsables de la causa del incidente, asumiremos la responsabilidad", aseguró Pacific Gas and Electric Co. en un comunicado difundido en un correo electrónico.
El fuego se había propagado antes de la medianoche por cuatro hectáreas (10 acres) y había sido contenido en un 50%, indicó el vocero de la Agencia para el Manejo de Emergencias del estado de California, Jay Allen.
Entre 150 y 200 bomberos fueron enviados al lugar, dijo Haag. Al menos 100 personas fueron llevadas a albergues cercanos, pero no hay cifras de desaparecidos por ahora, agregó.
Según testigos, la explosión desencadenó una bola de fuego de más de 305 metros (1.000 pies) de altura. También dijeron que varias personas huyeron de inmediato, mientras otras se apresuraban a retirar pertenencias de casas ardiendo.
Después de la explosión, las lenguas de fuego tuvieron una altura de 30 metros (100 pies) al tiempo que el incendio era atizado por las llamas de las casas que quemaba. Las autoridades reforzaron las operaciones con aviones y helicópteros que arrojaron agua.
El capitán de bomberos de San Bruno, Charlie Barringer, afirmó que el vecindario ya estaba envuelto en llamas para cuando los apagafuegos llegaron, aunque su estación está a unas cuantas cuadras.
Señaló que la explosión arrancó todo el sistema hidráulico, por lo cual los bomberos tuvieron que bombear agua desde un lugar que dista más de tres kilómetros (dos millas).
Haag dijo que en un principio las llamas impidieron que los bomberos se acercaran al tubo de gas averiado para cerrarlo.
¡Tienes que ser miembro de LA HERMANDAD DE BOMBEROS para agregar comentarios!
Únete a LA HERMANDAD DE BOMBEROS