David Arroyo VargasMadrid
24/08/2021
Creen necesarias unas medidas de protección de incendios adicionales a las vigentes que no contemplan este riesgo emergente
Dicen que no se ha demostrado mayor posibilidad de incendio en los eléctricos, pero sí que las operaciones de carga implican mayor riesgo del mismo
Que no se recarguen coches eléctricos ni más abajo de la primera planta en aparcamientos subterráneos, ni por encima de la primera en aquellos que sean alzados. Es una de las propuestas de medidas de prevención contra incendios "frente a un nuevo riesgo" que Bomberos de Barcelona acaba de lanzar en su Guía Técnica dentro de la web del Ayuntamiento de la capital catalana.
Esta medida de seguridad debería añadirse, según dicho cuerpo, porque "está demostrado que los incendios en vehículos eléctricos presentan factores diferenciales desfavorables, en relación a los vehículos convencionales de combustión interna". También dicen en su escrito que "si bien es verdad que el riesgo de inicio de incendio en un coche eléctrico no se ha demostrado superior al de los vehículos de combustión interna tradicionales, sí que se ha observado que las operaciones de carga implican un mayor nivel de riesgo de incendio, especialmente en las recargas semirrápidas y rápidas".
Además, cifran textualmente dichos factores diferenciales en estos puntos:
*Mayor posibilidad de propagación a los vehículos próximos.
*Posibilidad de desestabilización de las baterías por diversos motivos, con riesgo de explosión de sus celdas.
*Dificultades de acercar los agentes extintores al interior de la batería.
*La extinción del incendio se puede alargar horas e incluso días. Utilización de miles de litros de agua.
*Operaciones de extinción más complejas y con mayor nivel de riesgo para los equipos de intervención, ya que son incendios virulentos que crecen con rapidez.
Bomberos de Barcelona dice que por todo lo expuesto "se deriva la necesidad de determinar una guía de medidas de protección de incendios adicionales a las actualmente vigentes que no contemplan este riesgo emergente". Además solicita su aplicación a todas las instalaciones, actividades, locales etc. donde se incorporen instalaciones de recarga de vehículos eléctricos.
Las precauciones a tener en cuenta son variadas y quizá la primera y más tajante es la de que "no es admisible en edificios de uso hospitalario". Pero hay otras no menos importantes, como la necesidad de que cuenten con dos salidas al exterior, al menos una de ellas con acceso directo a la vía pública.
Además, las estaciones de recarga, deberían formar un sector de incendio propio con una superficie máxima de 1.000 m2, que podrá llegar a los 2.000 m2 si se dispone de elementos separadores específicos entre grupos de tres plazas. Y en este sector no se podrán ubicar vehículos con motor de combustión interna.
Este sector estará protegido por una instalación de rociadores automáticos de agua (riesgo ordinario 2) extintores manuales y control de humos. Y en ubicaciones bajo edificación de cualquier uso, también dispondrán de una instalación de detección automática de incendios, conectada a central de recepción de alarmas.
Además, a menos de cinco metros del acceso principal al sector, se deberá disponer de un dispositivo de corte de suministro general de toda la instalación de recarga, claramente identificado como tal y se dispondrá de paneles de información para bomberos en cada escala y acceso con el plano de planta ubicación de los puntos de recarga, y la localización del punto de corte de tensión referido anteriormente.
Solicitan que en la planta situada en el nivel inferior, se disponga de un pozo para la recepción del agua de extinción, conectado a un sistema de bombeo automático, para su evacuación de la misma. Y finalmente deberían disponer de hidrantes de incendios en la vía pública, a menos de 100 metros del aparcamiento, a razón de uno hasta 20 puntos de carga y dos para más de 20 puntos de carga.
Menor riesgo que los térmicos
De momento, esta normativa solo es una propuesta de los profesionales de incendios de uno de los principales ayuntamientos de España. Pero lo cierto es que ya se han dado varias noticias al respecto, como la que saltó a la actualidad en febrero de este año sobre la pequeña ciudad alemana de Kulmbach, en la que su ayuntamiento prohibió los coches eléctricos en aparcamientos subterráneos debido a los peligros de posible autocombustión. El problema de este tipo de incendios es que en numerosas ocasiones es muy difícil apagarlos al tratarse de una reacción química, solamente se pueden enfriar (de ahí lo de los miles de litros de agua necesarios) para evitar daños a su alrededor.
Sin embargo, según un estudio de la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA) y el Departamento de Transporte de los Estados Unidos, mientras que en un Tesla hubo un incendio de un coche de su marca por cada 330 millones de kilómetros recorridos, en los de otros tipos de propulsión el porcentaje fue de un incendio por cada 30 millones de kilómetros hechos. El informe fue hecho público por Tesla a principios de año para demostrar que los vehículos eléctricos se incendian menos.
No obstante, la realidad se hace presente en datos como el del Chevrolet Bolt, un utilitario eléctrico de la gigantesca General Motors, del que toda sus unidades fabricadas desde 2017 a 2019 deberán pasar a revisión en Estados Unidos debido a un fallo en la batería de la compañía surcoreana LG Chem, el mayor fabricante de baterías del mundo, debido a este tipo de riesgos. La marca Chevrolet hace muchos años que dejó de venderse en Europa debido a la falta de viabilidad económica para GM.
FUENTE: https://www.niusdiario.es/economia/motor/bomberos-barcelona-quiere-...
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