Efectivos de la Guardia Nacional que habían colaborado en la lucha contra los incendios fueron resignados de la tarea.
Al este, alrededor de 70 millas (120 kilómetros) al sureste de Sacramento, un sol sumamente rojo se abría paso a través de humo y ceniza que cubrieron de un blanco espectral las colinas de la Sierra Nevada llenas de hierba y salpicadas de árboles. Lejos de vehículos quemados y de los restos ardientes de casas, Annette Stout y otros residentes que huyeron de las llamas descansaban en centros para desalojados.
Stout recibió la orden de abandonar su casa la tarde del viernes, y por primera vez desde la muerte de su esposo en marzo, ella manejó su vehíc*** recreacional a un lugar seguro en Angels Camp, un poblado pintoresco en el Condado de Calaveras.
"Agarré a mis gatos, sus cajas de transporte, documentos importantes, el certificado de defunción de mi esposo y sus cenizas", dijo Stout, quien vive en la comunidad de Hathaway Pines.
A pesar de la proliferación de ayuda en el centro establecido en la zona de ferias del Condado Calaveras, ella no durmió bien.
"Sabíamos que estábamos seguros aquí, pero me preocupaba la casa, me preocupaba por quienes no salieron", comentó.
De acuerdo con las autoridades, este año se han gastado 1,230 millones de dólares para combatir los incendios en la costa oeste, para los cuales se han movilizado unos 30,000 bomberos.
©Univision.com y Agencias
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