"El RESCATISTA" COMO PRIMER RESPONDIENTE EN LOS SERVICIOS DE BOMBEROS VOLUNTARIOS
ARTICULO DEL INST. EDUARDO BENITEZ
PRÓLOGO
En el contexto del mundo moderno actual, donde el crecimiento urbanístico, social e industrial, ha avanzado en forma avasallante y constante, ha sido el motivo principal de grandes cambios, en los primeros respondientes ante situaciones de emergencias ó de catástrofes que se suscitan en el diario vivir. Razón por la cual, ha recaído en los servicios bomberiles, y de los distintos servicios de emergencias, la responsabilidad de brindar , no solo una respuesta a estos incidentes, sino también la solución adecuada a cada una de las situaciones planteadas , llevando de esta forma, a tener que diversificar las acciones de intervención ó mitigación, a las diferentes emergencias que se suscitan, siendo estas , en los más variados escenarios y con características diferentes en cada una de ellas. Estas emergencias, al ser cada vez más complejas de resolver y más frecuentes , colocó específicamente a los B.B.V.V. en la situación, de tener que contar entre sus filas con personal especializado, para dar así una respuesta eficiente a la contingencias que se presentan, tanto en el ámbito industrial , como urbano, y también en zonas rurales o inhóspitas.
VOCACIÓN DE SERVICIO
Aquellos que abrazaron la vocación de “Bombero Voluntario”, para solidarizarse y así brindar ayuda a el prójimo frente a imprevistos extremos, deben tener presente y como premisa principal, que intervendrán en situaciones donde no solo habrá riesgo de la perdida de bienes materiales, sino que también existirá el riesgo de pérdidas de vidas humanas (muchas veces la del propio servidor público).
Es por ello que el bombero/rescatista, cualquiera sea su especialidad, “tiene la obligación y el deber” de estar profesionalmente preparado, para acudir en ayuda de aquellos que la necesiten, con la mayor efectividad y profesionalismo posible , para que de esta manera , forme parte de la solución y no del problema.
SU FORMACIÓN
Muchas veces hemos sido consultados, tanto por nuestros pares como el ciudadano común, como un servidor público llega a transformarse en un rescatista, o en un especialista dentro del ámbito bomberil.
El rescatista puede llegar a convertirse en tal, de las siguientes maneras: “Puede ingresar al cuerpo de bomberos y ya ser (con anterioridad) un profesional en alguna actividad ej. (nadador de rescate, buzo , químico, guía de montaña, ingeniero , enfermero ó medico, etc.), o bien, ser un personal del cuerpo activo y, por algún motivo (profesional/personal) se propone como una de sus metas bomberiles, llegar a convertirse en un especialista para poder formar parte así de un grupo de rescate , que intervendrá con sus conocimientos, capacidad técnica y equipos, toda vez que sea convocado, en respuestas a situaciones especiales, cualquiera sea la especialidad que elija”.
Puede ocurrir (en algunos casos), que el futuro rescatista, buscará llegar a la meta fijada con mucha determinación e insistencia, motivo por el cual la decisión tomada por este integrante, se tratará más de “una causalidad, que de una casualidad”.
En el primer ejemplo su desempeño y ampliación de conocimientos será menos compleja de llevar adelante entre las filas bomberiles, debido a que ya posee una base importante y cierta experiencia en la actividad a desarrollar.
Si pertenece al segundo grupo, buscará de todas las maneras posibles, cumplir con su premisa para poder convertirse en un rescatista profesional. En este tipo de casos, si el cuartel al cual pertenece, es suficientemente grande para aprender y crecer, buscará como primera medida tomar contacto con los distintos referentes , para ir realizando un aprendizaje paulatino, y luego de ello, con algunas prácticas é información , tratar de acompañar a los miembros de estros grupos en las salidas a emergencias, intentando así , adquirir alguna experiencia positiva que le sirva para su futura formación profesional.
Si no posee esta oportunidad, intentará adquirir dichos conocimientos fuera del cuartel, preocupándose en conseguir información y arbitrar de esta manera, los medios necesarios para poder llevar a cabo dichas capacitaciones. También se puede dar aquellos casos, en que este integrante, quiera especializarse en dos actividades diferentes en lo inherente al rescate, motivo por el cual deberá invertir aún, mayor tiempo y esfuerzo, en capacitarse en ambas especialidades.
Cualquiera sea el camino que elija le demandará un lapso largo de tiempo (años), para poder convertirse en un buen especialista, en cualquiera de las ramas de la emergencia que escoja, debido a que un voluntario no se convierte en un rescatista profesional, de la noche a la mañana, sino que es un largo camino de aprendizajes, dificultades y sacrificio personal. Como punto a favor de este servidor público, es que su propio cuartel, o institución al cual pertenece, será el escenario propicio, para adquirir experiencia real y comprobada en los atendimientos (rescates) propiamente dichos, sumando de esta manera, la dualidad, (equilibrada) para una correcta formación como rescatista calificado .
LOS AVALES DE LOS CURSOS
Uno de los temas importantes al tomar la decisión, y a posteriori concurrir a los cursos de capacitaciones ó especializaciones, es que se deberá tener en cuenta con antelación (un detalle importante no menor), en invertir un tiempo para investigar y/o indagar en “quien o quienes” brindan dichas capacitaciones. En esta etapa del proyecto, sea personal ó colectivo, nos tenemos que preguntar (a modo de guía) cosas como:
La institución que brinda los cursos es reconocida por las autoridades gubernamentales u organismos reconocidos en forma oficial?
Los instructores son idóneos?
Poseen las acreditaciones ó avales necesarios?
Ante que organismo (estatal ó privado) rindieron examen para convertirse en instructor?
Si lo son están reconocidos oficialmente?
Se actualizan en su especialidad?
Cada cuanto lo hacen?
Poseen experiencia (comprobable) en el tema ó solo se basan en lo aprendido en el aula?
Los cursos son módulos teóricos ó son teóricos / prácticos?
Proveen de todo el material y/ó equipamiento necesario?
Que duración tienen dichos cursos? (horas cátedras) , etc.-
Estos, y seguramente muchos interrogantes más, nos surgirán a la hora de emprender, o de buscar algún curso de capacitación. Cabe destacar, a mi entender, “que no todos los cursos son iguales”, dado que en algunas especializaciones las actividades se dividen en: los denominados cursos propiamente dicho , o en concurrencias a seminarios ó simposios con abundante información técnica .Como mencioné anteriormente la búsqueda de información, dependerá exclusivamente, de lo que cada uno desee aprender. Ej. no se puede aprender técnicas de r.c.p. asistiendo a una capacitación de 2 horas , o ser experto en materiales peligrosos por haber recibido una charla de 3 hs. de duración, estos son algunos ejemplos meramente ilustrativos.
Debemos prestar atención como dijimos a todos estos detalles antes de emprender un proyecto de capacitación, dónde invertiremos esfuerzo, tiempo y dinero, y donde una base bien consolidada y actualizada nos brindará las herramientas, para poder seguir avanzando a futuro, en el mismo proyecto de la especialidad, a niveles mayores ó superiores a sus inicios.
En lo inherente al rescate propiamente dicho, es mucho más rico y substancial realizar las capacitaciones que posean módulos prácticos y teóricos, con un porcentaje equitativo y generoso en su contenido en general, que sólo asistir a jornadas o encuentros “de”.
No digo que las jornadas no sirvan para sumar conocimientos, pero no debe ser lo único de lo que nos debemos nutrir para crecer, en la especialidad que se haya elegido.
METODOLOGIAS DE ENSEÑANZA
Dependiendo la especialidad a la que uno apunte como meta, los porcentajes óptimos de estas capacitaciones (dependiendo a que especialidad apuntamos) pueden ser de: 50 / 50, 70 / 30, 40 / 60 (o viceversa). Digamos que en un rango óptimo (orientativo) se deberá tener en cuenta estos parámetros, a fines de evolucionar correctamente en las metas elegidas. Cabe resaltar, en lo referido a la duración de un curso con características técnicas é intensivas, estos tendrán una duración de al menos 16 ó 24 horas , con jornadas diarias de 8 hs. aproximadamente, o los más intensos, con 5 ó 7 días de cursado, con cargas horarias de 10 ó 12 hs. diarias, o también se encuentran los más complejos, que pueden llevar desde 30 días a 6 meses o más, de duración. Los tiempos variarán, dependiendo como dijimos, del tipo de capacitación que se este buscando, y de el nivel de conocimientos, que se necesite adquirir.
En lo referente al numero de personas que se infiere como adecuado en los mencionados cursos, son recomendables grupos de personas no mayores a 20 ó 25 personas, siendo los más óptimos los de grupos pequeños menores a 15 , es casi seguro (dependiendo de la especialidad a la que se asista) , que a su vez estos grupos , se subdividan en equipos de trabajos de 4 a 6 individuos aproximadamente para llevar adelante las prácticas de referencias , y si se trata de un trabajo de campo y /o terreno , donde los cursantes están sometidos a grandes esfuerzos , caminatas (marchas), vivac en el terreno etc., como pueden ser los cursos S.A.R. ó de B.R.U. . Los instructores de esta especialidad, planificarán colocar en dichos grupos ó equipos de trabajo, alternadamente, a un integrante fuerte con uno débil, (físicamente y técnicamente hablando, con el fin de equiparar y priorizar así el “trabajo en equipo”. Y por supuesto, además, en estos grupos de cursantes, se alienta como un bonus extra, la sana competencia de determinadas metas pre-establecidas, en algunas de las bases de entrenamiento, tal como realizar un ejercicio determinado, con un límite de tiempo acordado, ó llegar a punto específico en la carta de navegación, con los tiempos establecidos con anterioridad.
Digamos que en los cursos donde se prepara al personal para llevar adelante tareas específicas de rescate en zonas de catástrofes ó de difícil acceso, se hará mucho hincapié en la formación de pilares fundamentales, tales como: el conocimiento sobre el tema ó planificación, la destreza técnica, la fortaleza física, el trabajo en equipo, la camaradería (fundamental), y una gran tolerancia a situaciones de stress. Recordemos que la unificación de todos y cada uno de los temas aprendidos de manera invidual son importantes, dado que ante una hipótesis “x” de intervención, por parte de estos grupos
(conformados muchas veces de forma interdisciplinaria), redundará positivamente, en un resultado óptimo y eficiente a la hora de realizar el balance de lo actuado por estos grupos de rescates, en las aquellas zonas donde deban acudir a prestar ayuda o colaboración, pudiendo ser estas intervenciones, en el país de origen ó tal vez en el extranjero, con varias jornadas (días) de trabajo intenso.
EL EQUIPAMIENTO
Otro punto importante en la formación, surge cuando un miembro realiza determinada capacitación (fuera del cuartel), pudiendo ser dicha capacitación en otras localidades, o inclusive en otros países, que luego de realizada la misma, y éste personal ya entrenado y certificado, regresa a su cuartel de origen, muy motivado , por cierto para demostrar lo aprendido y compartir con sus pares los conocimientos recientemente adquiridos, suele ocurrir (por diferentes motivos que no analizaremos en la presente), que dicho especialista se encuentre con algunos escollos o dificultades, como por ejemplo: que su cuartel no cuente con los equipamientos necesarios para poder emplear y /o practicar lo aprendido, o bien que se minimice la información obtenida en estos cursos, no resultando prioritario (en lo inmediato) para el resto del personal.
En este tipo de situaciones planteadas, pueden ocurrir con este nuevo especialista dos cosas: que se frustre por no contar con el apoyo, ni con los equipamientos adecuados, dando por finalizado así, sus ganas de aprender y dejando inconclusa su iniciativa de convertirse en tal, ó bien, todo lo contrario, que se fortalezca su ímpetu y sus ganas de progresar, y luche con insistencia, para poder conseguir el apoyo de su jefatura y la adquisición de los equipamientos faltantes, logrando así poder llevar a cabo las prácticas, y enseñar en su cuartel de origen y cercanos a su jurisdicción, todo lo aprendido de los diferentes cursos a los que asistió. A veces se puede alcanzar dicho objetivo, con el material mínimo, pero con mucha iniciativa de su parte. Es importante en esta etapa, que sus compañeros apoyen los proyectos de entrenamiento colaborando activamente con este nuevo especialista, logrando de esta forma capacitar a más personal, abriendo el abanico de posibilidades, a los demás integrantes del cuerpo activo, que no tuvieron la posibilidad de viajar y/o capacitarse.
PRÁCTICAS CONSTANTES Y CAPACITACIONES
Una vez que el grupo de trabajo y/o rescate se encuentra funcionando como tal, deberá mantener práctica constante o periódica en sus respectivos cuarteles, este punto es vital y de suma importancia por ende, “el entrenamiento constante debe tener prioridad a la hora de funcionar como grupo o brigada de rescate”. Debido a que muchas veces la intervención de estos equipos o grupos de rescates, no tiene la periodicidad adecuada (salvo excepciones), puede suceder, que sus integrantes lleguen a ser convocados para intervenir en una situación real, una o dos veces al año , si esto ocurriera así , y ponemos en práctica “lo aprendido solamente en esas ocasiones” , no podremos de ninguna manera estar dentro de los estándares internacionales exigidos a los miembros y/o profesionales de los grupos de rescate, que deben entrenar y actualizarse periódicamente, durante prácticamente todo el año, con variados horarios (diurnos/nocturnos), e inclusive con meteorología adversa. Por otra parte aquí hay que diferenciar claramente, que de acuerdo a la especialización que se elija, se tornará en mayor o en menor medida, dificultoso (al menos en la práctica) llevar a cabo el constante entrenamiento del personal. Para brindar un par de ejemplos podemos citar: “rescate vehicular y haz-mat”. Se deberá incentivar al personal involucrado y tener mucha constancia, dado que no siempre se lograrán realizar las prácticas con la periodicidad que se necesita, por todo lo que la logística conlleva a la hora de realizarlas, debido por ejemplo a la complejidad de equipamientos que se utilizan (muy costosos y de origen importado), y de los escenarios necesarios para realizar dichas prácticas. Resumiendo en estas dos actividades nombradas, las dificultades (a modo referencial), que se pueden llegar a suscitar.
Siempre es de suma utilidad realizar las dos capacitaciones alternadamente ( la teórica y la práctica), pero tengamos en cuenta que si solo nos abocamos a los módulos teóricos , se corre el riesgo de que el personal involucrado , pierda interés en la actividad , porque como es sabido , los bomberos en líneas generales , desean realizar primordialmente los módulos prácticos, para poder adquirir o mejorar sus aptitudes técnicas como rescatistas a la hora de emplearlas en una situación real, y además por una cuestión (lógica) de encausar ó canalizar adecuadamente la adrenalina guardada por los servidores públicos, que están siempre y en apresto, preparados para la acción. Salvo a algunas excepciones, donde por ejemplo aquellos los cuarteles donde cuentan, con gran cantidad de salidas (diarias), donde se priorizará más el contenido del marco teórico, que a las prácticas en si, por un cuestión operativa u organizativa, propiamente dicha.
También hay que diferenciar en este punto, la cantidad de equipamientos y recursos humanos disponibles en cada cuartel de bomberos , dado que no tiene punto de comparación, la logística con la que cuentan muchos de los cuarteles de bomberos voluntarios, a la realidad de los bomberos rentados o del estado, que pertenecen a estados de primer mundo. Como también se debe referenciar, las realidades de los cuarteles del interior del país, con los cuarteles de las grandes urbes, son dos realidades totalmente opuestas, sobretodo cuando nos referimos, a los recursos materiales disponibles (económicos) con los que se cuentan. Se sobreentiende que en cada situación en particular, las realidades variarán en forma substancial.
FORMACIÓN DE NUEVOS INTEGRANTES:
Otro tema no menos importante es la de buscar o captar nuevos integrantes, para reforzar con un número mayor los diferentes grupos de rescate en las distintas áreas de emergencias.
Debido a que en la extensa geografía de nuestro país, en forma organizacional , los cuerpos de bomberos son mayormente voluntarios (más de un 80 %), su personal (salvo contadas excepciones), debe trabajar ó estudiar (con gran carga horaria) fuera del ámbito bomberil. Por este motivo, en algunas ocasiones, puede ocurrir que al momento de atender determinadas emergencias, no puedan estar presentes todos los miembros de una brigada, o grupo de rescate. Es por ello que se debe adiestrar/capacitar a un mayor número de personal, para llevar a cabo sin dificultades operativas, las tareas específicas de rescate en todas sus ramas. Incrementando así, cuantitativamente la asistencia del personal especializado, a la hora de ser convocados ó de responder ante una eventual emergencia.
PERFIL DEL RESCATISTA
A continuación algunas aptitudes a tener en cuenta para sus integrantes:
- Saber trabajar en equipo.
- Sacrificio en pos del equipo.
- Poseer una mayor tolerancia a situaciones de stress.
- Tener Creatividad / Motivación Profesional.
- Tener Autocontrol ante situaciones límites.
- Capacidad Psíquica para resolver ante adversidades.
- Condición Física óptima / Idoneidad profesional.
- Búsqueda permanente de capacitación y actualización.
- Poseer auténtica convicción con la especialidad elegida.
- Entrenamiento en atención prehospitalaria.
- Poseer ética Profesional acorde a sus responsabilidades.
SU ACEPTACIÓN EN EL CUERPO ACTIVO
Nadie puede llevar adelante una tarea especializada ó de rescate sino recibe el apoyo de sus pares, (trabajo en equipo), por este motivo es bueno alentar a la unión y camaradería del cuerpo activo y a concientizar a todos sin excepción, a que reconozcan el sacrificio de sus pares, y a su vez, que aprendan a depositar su confianza en ellos (los especialistas), cuando determinadas situaciones así lo requieran. Esto redundará en beneficio, tanto como para la víctima(s), como para el cuerpo activo en general.
TRABAJO DE ESPECIALISTAS
“Es una Profesión que no está hecha para todas las personas por igual”
“Quizás no todos los Bomberos pueden llevar a cabo labores de Rescate”
“Algunos trabajos solo lo deben realizar verdaderos especialistas”
Estas frases o leyendas, suelen escucharse con asiduidad o pueden leerse en alguna pizarra ó manual en diferentes ámbitos. Es algo que se viene pregonando dese hace un tiempo largo, pero a la hora de ponerlo en práctica, se torna muy difícil de transmitir fehacientemente, para que los roles se cumplan en forma adecuada, clara , sin fricciones, y de la manera más profesional posible.
El mando activo de cada Cuerpo debe hacer que todos acepten que: “El Rescate es tarea de Especialistas”…
El Rescatista y el Mando Activo: Esta calidad de especialistas no implica que los integrantes de un equipo de rescate tenga una calidad ó rango superior al resto de los bomberos se su Cuerpo Activo. Por el contrario, ellos siguen siendo parte del sistema bomberil de respuestas a los siniestros, y solo pueden intervenir como rescatistas en ciertos casos y para labores específicas, al hacerlo siguen estando bajo el mando del bombero a cargo del llamado. Sin embargo quien está al mando “debe entender y aceptar” que por tratarse de labores especializadas los rescatistas tienen “la capacidad y el deber” de decidir el procedimiento concreto para cada caso, más aún quien tiene el mando, (el responsable a cargo) debe impedir que intenten participar directamente del rescate, quienes no tengan la adecuada preparación, con el fin de salvaguardar la integridad tanto del personal interviniente, como de las victimas.
“En la balanza del buen procedimiento, es aconsejable esperar por la llegada del personal adecuado unos minutos, que la de tener que lamentar luego, un incremento de victimas en el incidente, por haber tomado decisiones apresuradas”.
Eduardo “Chino” Benitez - Instructor/Asesor de La Hermandad de Bomberos.
Instructor Eduardo A. Benitez
Asesor de La Hermandad de Bomberos, Curso de Operaciones con Helicópteros Buzo 1º estrella F.A.A.S - Driver Advance S.S.I., Curso B.R.U . Curso de Andinismo y Escalada , Operador de emergencias medicas I.T.L.S. 1º nivel instructor de rescate en altura Regional nº 3 Provincia del Chubut,Instructor en Operaciones Verticales y Coordinacion en Rescate del College Task S.P.Brasil
Perfil en La Hermandad de Bomberos:
http://hermandadebomberos.ning.com/profile/EduardoAntonioBenitez
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