Es increíble como el humo provocado por un incendio puede llegar a tomar tanta fuerza y espacio vital, no logro ver más allá de mi nariz, todo es oscuridad absoluta frente a mi, el olor nauseabundo del producto de la combustión me hace toser, intento protegerme, pero es inútil, las llamas amenazan con llegar hasta el refugio donde me he escondido para apartarme de las garras de las llamas.
Al fondo puedo escuchar la madera del techo que colapsa, explosiones y muchas cosas más, mi corazón late demasiado fuerte, tanto que pareciera que también colapsará, intento llorar de la desesperación, pero cada lágrima que sale de mis ojos, se disipa por la alta temperatura a mi alrededor.
Empiezo a desfallecer, mis esperanzas se desvanecen en medio del humo que me rodea, el ruido es ensordecedor, nunca antes había escuchado el rugir del fuego, es como si miles de dragones estuvieran gritando al mismo tiempo y escupiendo fuego, mi cuerpo pierde fuerzas y cae sobre el suelo caliente, he perdido la guerra y mi alma parece que descansará en paz.
Cierro mis ojos, tal parece que será por última vez, pero una voz me despierta y me devuelve a este mundo, una silueta robusta equipada con hachas, mangueras y mucho valor se acerca a mi y me extiende su mano, "Soy bombero y he venido a ayudarle", en medio del infierno, este bombero ha enfrentado a los mil dragones y los ha vencido, no sólo eso, ha venido hasta mi refugio improvisado para rescatarme.
He salido de la casa en llamas, afuera me esperan dos ángeles vestidos de blanco y que rápidamente me ofrecen respirar aire limpio, puedo ver en sus túnicas una estrella de seis puntas que me inspiran confianza, son los paramédicos de la ambulancia que han iniciado su atención y me han llevado hasta un centro asistencial, desde donde estoy contando esta historia.
Pude sobrevivir a una casa en llamas gracias a la valiente actuación de los bomberos y paramédicos, que sin dudar ni un segundo usaron sus equipos, su entrenamiento y todo su valor para darme una segunda oportunidad de seguir en este mundo y poder compartir mi experiencia cercana a la muerte.
Gracias a todos los bomberos del mundo por su labor, mis respetos hoy, mañana y siempre.
Si existe una labor que se ufane en sacrificio, valor y lealtad a la del bombero, reverente y respetuoso, me inclinaré ante ella.
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