El bombero voluntario es motivado por una vocación de servicio, altruista y social por lo que no se admite de un integrante del Cuerpo Activo, que solo lo motiva en el cumplimiento de sus obligaciones, el temor al castigo, sino, por el contrario, el honor y la reputación de la asociación y debe ser justo y primordial motivo de estímulo para esforzarse en él más amplio y eficiente cumplimiento del deber. La enumeración de faltas y castigos no son las únicas ni más importantes bases del cumplimiento del deber, que se orienta en cambio, en la defensa, conservación y enaltecimiento del honor y reputación de la asociación, surge que la actividad bomberil voluntaria tiene su sustento basal en su propio contenido ético. En su desarrollo original, la ética comprende fundamentalmente el bien y el mal.
En ese aspecto es una ciencia teórica que investiga los fines de la vida humana, así como los valores y los bienes a que debemos aspirar. Desde otro punto de vista es una ciencia práctica al prescribir normas de conducta tratando de lograr armonía, perfecta convivencia en paz y equilibrio, en una palabra el orden social moralmente considerado. Así llegamos a definir la ética bomberil como “Un conjunto de normas morales a la que debe ajustarse estrictamente la conducta de un buen bombero voluntario o cualquier integrante del sistema, tanto en el desempeño de su misión como en los actos de la vida privada”. El primer concepto a aceptar es el de la sólida estructura del Cuerpo interpretando que el deber, la subordinación y el respeto no son signos de autoritarismo, sino la regla básica de consolidación. Vale decir que el principio supremo de la moral no es perseguir tal o cual fin, o sea apetecer tal o cual objeto, sino obrar según una ley universal, la ley que vale por su contenido ético y no por lo que mande. Este criterio es de suma importancia para la formación del bombero voluntario, puesto que, si tiene realmente vocación de servicio y espíritu de sacrificio en bien del prójimo, hallará en la esencia del principio ético un verdadero aliento espiritual, lo que influirá muy positivamente en su conducta para con los demás. El deber se apoya en la obligación moral de obrar bien, y puede definirse como la necesidad de obrar por respeto a la ley, aunque la acción no convenga a sus propios intereses.
(CEB Código de Ética Bomberil de la Provincia de Buenos Aires en Argentina del Sistema Voluntario de Bomberos de la República Argentina)
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