Noruega intentará que todos los coches vendidos en su país el año que viene sean única y exclusivamente eléctricos, pero hay un país donde la venta de vehículos de combustión nuevos ya está prohibida.
Se trata de un país de nada menos que 126 millones de habitantes y su decisión tiene más que ver con la economía que con la ecología.
Etiopía no tiene dinero suficiente para comprar todo el petróleo que necesitaría y por eso ha prohibido la importación de coches térmicos desde primeros de este año 2024. Prácticamente no hay producción local. Diversas circunstancias, desde sequías a inflación y conflictos internos, han hecho que el país tenga otras prioridades.
Aun así, el país africano sí que ha hecho inversiones en energía sostenible y a día de hoy el 97% de la electricidad que consume se produce en el mismo país.
Para los coches eléctricos, sin embargo, esto ha conllevado problemas. No hay suficientes estaciones de recarga. No hay talleres especializados en vehículos eléctricos. Y en muchas cosas del país el suministra eléctrico es inestable. Y obviamente está el precio de los vehículos eléctricos. Se cree que se puede suministrar electricidad para unos 500.000 automóviles, pero obviamente esto es un límite importante a la movilidad.
El Gobierno etíope intenta algunas medidas, la producción local de baterías, por ejemplo, pero esto está lejos de lograrse. Y también debe expandir la instalación de puntos de recarga.
Conjuntamente a la prohibición de importación de vehículos térmicos, se han reducido los aranceles a los eléctricos y ha comenzado a haber una incipiente producción local. La empresa etíope Belayneh Kindie Group esté ensamblando automóviles con piezas importadas de China.
La teoría es una y las necesidades que han llevado a esta decisión son claras. Pero la práctica, la realidad puede ir en contra de las mejores intenciones… aunque en el país apenas hay un automóvil por cada 1.000 habitantes. En todo el país hay menos de 1,5 millones de vehículos.