Hola a todos: viajar te sacude la modorra de la rutina. Te mueve algunas fibras y te dispara resortes que el trajín cotidiano no tiene en cuenta. Hoy, a 48 horas de mi regreso a casa, puedo sentarme a escribir unas líneas y compartirlas con ustedes.
Veamos que hay en mi mochila...
1) La amistad de Tito Pompei. Un GROSSO con todas las letras. Cuando llegó a San Martín de los Andes ya llevaba dos días de viaje...y a pesar de no conocernos nos dimos un abrazo de viejos camaradas. Compartimos cinco días en Valdivia en los que hablamos de nuestras familias, de nuestros cuarteles, de nuestras vidas...y también nos reímos hasta que nos dolió la panza.. ¡GRACIAS TITO! por tu buena onda, por tu simplicidad, por poner el pecho donde otros ponen tachuelas, por tu preocupación por el otro, por tus anécdotas, por tus secretos...por compartir tus desvelos, que no son pocos.
2) La buena onda y el afecto genuino de Matute Salcedo y del Jefe de Villa María Córdoba, dos señores bomberos, dos caballeros. Matute vino promediando el curso y me dijo "Esta gorra es para vos" y son esos momentos especiales de camaradería en el que te das cuenta que la gorra, el parche ó lo que sea son sólo un medio para decirte "acá estoy, contá conmigo".
3) La presencia de La Hermandad de los Bomberos como lugar genuino, reconocido y apreciado para el encuentro de los bomberos de Latinoamérica y del mundo. A la organización del CIFR le consta que La Hermandad fué un estamento CLAVE en la difusión del Congreso. Uno de los pocos...
4) Las clases brillantes de los instructores, de todos ellos. Brillo especial en las de Ed Hartin y Gerardo Crespo, que "llenaron" sus respectivos salones de conferencias. Excelentes Kunstmann, Sheridan, Nicolau, Nassi, Troncoso. Muy bien todos. Conceptos nuevos y juiciosas revisiones de otros no tan nuevos. Muy buena elección de los temas. Muy bueno el campo de entrenamiento.
Reflexión final: hubo un "algo" en el ambiente...una sensación rara...en las pausas de café escuché palabras duras como "boicot", "envidia", "falta de apoyo"... los muchachos de la 1ra Compañía Germania de Valdivia trabajaron y se esmeraron por encima de todo eso...sos unos titanes, los felicito desde lo más profundo de mi corazón. Muchos de los que los han criticado, a ambos lados de la Cordillera, son incapaces de organizar una carrera de embolsados...
Bueno, me despido. Que Dios los cuide siempre a ustedes y a sus familias.
Martín
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